Sí, lo habéis leído bien. Esto es lo que el investigador Frey ha publicado en la revista MEDICAL TRIBUNE tras años de estudio de lágrimas. Pero, ¿por qué lloramos? ¿Qué relación hay entre nuestros ojos y nuestras emociones? ¿Y por qué dos sentimientos tan diferentes, la alegría y la tristeza, se expulsan con lágrimas y llantos?
Es evidente que el llorar, junto con los himnos, los branquios y las contracciones faciales que se producen, sirven para descargar tensiones psíquicas; la persona más áspera y cardíaca también se relaja tras un llanto. Pero la medicina siempre ha dado muy poca importancia a las lágrimas y llantos. Y no digamos la sociedad, al menos la sociedad occidental. "¡Los hombres no lloran!" Los niños son conocidos desde pequeños. En las mujeres todavía se admite el llanto, pero en los hombres tampoco se piensa. Una de las características que nos diferencia de los animales es la represión, lo que nos produce daños tanto físicos como psíquicos.
Willian Frey, antes mencionado, fue quien comenzó a trabajar lo que podríamos denominar "malcología", y tras un largo y amplio estudio decidió que hay dos tipos de llantos: uno fisiológico y otro emocional. La primera, lágrima fisiológica o no emocional, es emitida por seres humanos y animales: la córnea es una película delgada e incolora que se encarga de la lubricación del medio para que los párpados se muevan con toda suavidad. Esta lubricación es imprescindible. Los movimientos eternos de los ojos (apertura y cierre) son tan duros que las prótesis de cristal deben ser modificadas cada dos años aproximadamente. La lágrima es un líquido que protege al ojo de infecciones y cuerpos extraños o suciedad.
Pero llorar por la emoción (es decir por la tristeza, la alegría, etc.) es una cualidad exclusivamente humana. No hay otros seres que utilicen esta vía para expresar sus sentimientos. Tampoco son excepcionales las lágrimas de cocodrilo tan mencionadas y famosas. Si bien es cierto que estos animales emiten lágrimas mientras se alimentan de sus presas, la causa de esta fuga es muy distinta, ya que sus glándulas salivales y lacrimales están muy cerca, por lo que es suficiente con que unos se pongan manos a la obra para provocar y estimular a otros.
Una vez que veamos qué son las lágrimas, estudiemos otro punto. Llorar, además de tranquilizar a la persona, ¿tiene otra función? El caso de los niños pequeños es único. Estos utilizan como herramienta de comunicación para expresar llantos, hambre o dolor. Tras analizar a cien personas adultas afectadas por el stress (hombres y mujeres), se observó que la mitad tenían úlcera de estómago y la otra mitad alteraciones intestinales.
Sin embargo, el estudio también reveló que estos pacientes, especialmente las mujeres, lloraban menos que el resto de la población, ya que la mayoría de ellas lo consideraban como una característica de la vulnerabilidad. Los estudios realizados en otros lugares también han arrojado conclusiones similares y le dieron al Dr. Frey la oportunidad de decir lo que hemos puesto en el título: "Los que no lloran morirán antes" y "a través del llanto el cuerpo humano elimina ciertas sustancias causadas por tensiones y emociones".
Dejemos, pues, en un rincón, los progresos y las intenciones o ideas erróneas, y lloremos con ganas cuando la panasión nos permita. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá.