El nombre da la pista más grande. Un microaerogenerador es un aerogenerador de pequeño tamaño, de la misma base que los gigantes tradicionales, pero mucho más pequeño. Tiene una altura de 30 metros y apenas diez metros, y en lugar de contar con palas de quince metros, tiene dos metros. Por supuesto, produce menos energía, pero también tiene menos impacto ambiental. Su impacto estético en el paisaje es bajo y prácticamente inocuo para las aves y la fauna. Además, son más fáciles de instalar y mantener.
El sistema que se ha puesto en marcha en Elgoibar no es en absoluto sustituto ni competidor de aerogeneradores de gran potencia. Su objetivo es ser el sustituto de la red eléctrica en aquellas zonas en las que el coste de transmisión es demasiado elevado. Este tipo de sistemas son muy apropiados, por ejemplo, para aquellas personas que viven lejos de núcleos urbanos, rurales o en zonas en desarrollo. Ofrecen la posibilidad de disponer de electricidad y al mismo tiempo garantizan un desarrollo sostenible del territorio.
En este caso, el sistema explota simultáneamente dos fuentes renovables: el viento y el sol, es decir, un sistema híbrido. La hibridación no es una constante en estas zonas. Y es que, a pesar de la proliferación de parques eólicos en pocos años, la instalación de placas fotovoltaicas para la iluminación de la borda ha hecho que la instalación de un aerogenerador junto a la casa haya pasado por la cabeza a pocos. En la actualidad, esta tecnología cuenta con los principales productores y usuarios en Estados Unidos, si bien se está extendiendo poco a poco en Europa y España.
El aerogenerador diseñado por Fatronik tiene una potencia de 2,5 kW y está formado por tres aletas de 2,1 metros cada una. Las aspas presentan un ángulo de torsión variable de raíz a extremo, por lo que el ángulo de incidencia con la ladera del viento se mantiene constante a lo largo de toda su longitud. El aerogenerador comienza el giro a una velocidad de viento aproximada de 3,5 m/s, alcanzando una velocidad aproximada de 9,5 m/s la potencia nominal de 2,5 kW. Además, puede girar libremente en función de la dirección del viento, es decir, puede girar 360º como una brújula.
Hasta este punto, el montaje del prototipo no ha supuesto un quebradero de cabeza. Las mayores dificultades han sido el diseño del sistema de protección contra la velocidad excesiva, donde Fatronik ha realizado sus mayores aportaciones.
El sistema de protección es un sistema pasivo basado en el diseño mecánico y la libertad de giro del microaerogenerador. El problema es que gracias a estas características el aerogenerador se mueve de forma que se evita la fuerza del viento. Para ello, en lugar de colocar el microaerogenerador hacia el lado del viento, se coloca hacia otro lado, disminuyendo así la velocidad del rotor.
La planta de Aubixa es un sistema híbrido con un microaerogenerador y cuatro placas fotovoltaicas. (Foto: Fundación Fatronik).Este frenado de giro protege el sistema de sobrecargas eléctricas y mecánicas. Cuando el viento sobrepasa una determinada velocidad, unos 16 m/s, se pone en funcionamiento automáticamente el sistema de control de potencia del aerogenerador. Para el diseño del control pasivo, Fatronik ha utilizado el módulo ProMotion del programa Pro Engineer y, en las simulaciones dinámicas realizadas, se han resuelto los valores adecuados de los principales parámetros y variables para garantizar una velocidad de demolición adecuada y un funcionamiento estable.
El microaerogenerador puesto en marcha en el barnetegi Aubixa pasará unos meses en la fase de validación. Durante este periodo se medirán los principales parámetros de orientación del aerogenerador para conocer y analizar la precisión, la velocidad mínima de viento que modifica la orientación del rotor y la activación exacta de la maniobra de frenado.
Todos estos datos son transferidos desde sensores localizados a la sede de Fatronik mediante el sistema de control remoto GPRS. Estos equipos incluyen también datos de velocidad y dirección del viento, así como datos de control de la potencia generada o absorbida.
Durante la fase de evaluación, la electricidad necesaria para la gestión del control se tomará de la que proporcione el propio sistema, por lo que en el barnetegi sólo los frigoríficos dispondrán de una fuente de energía renovable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que un sistema de este tipo puede producir la energía que necesita un hogar.
Potencia nominal: 2,5 kW de velocidad |