Fotografía en color (y II): imagen y color

Nogeras, Itziar

Elhuyar Fundazioa

Existen tres elementos principales para la detección del color: la fuente de “luz blanca” (luz solar y lámpara de wolframio, por ejemplo), los materiales que absorben unas longitudes de onda y reflejan otras (de esta manera se muestra coloreada) y la capacidad del ojo humano de ver el conjunto de longitudes de onda en uno u otro color.

Espectro de luz

La “luz blanca” es una mezcla de radiaciones de diferentes longitudes de onda. Si hacemos pasar un rayo de luz por un prisma de cristal, veremos los colores que lo forman en forma de espectro o abanico. En uno de los lados del espectro aparece el azul oscuro y en el otro el rojo. La unión de ambos da lugar a un círculo cromático (y al girar el círculo sobre su eje se ve en blanco) en el que cada color forma gradualmente otro. Cada color del círculo es saturado, lo que significa que no tiene color blanco, negro ni gris.

El círculo cromático consta de tres partes principales: rojo, verde y azul. Estos son colores primarios y se mezclan en la proporción adecuada para obtener el resto de colores. Entre los primarios se encuentran los colores secundarios: magenta, amarillo y cyana. Cada primario tiene su secundario en círculo cromático (rojo cyana, verde magenta y azul amarillo).

Ambas fotografías están formadas por colores armónicos. En la de la izquierda se han utilizado colores cálidos y en la inferior colores fríos.
I. Nogeras

Cada secundario es una mezcla de dos primarios que al mezclarse dos de ellos dan el primario que tienen en común (por ejemplo, el cyana y la magenta dan azul). Esta relación entre primarios y secundarios se denomina “sustractivo” y en ella se basa el revelado y positivado en colores, como se verá más adelante.

Los colores del círculo se iluminan añadiendo el blanco y se oscurecen eliminando. Ambas operaciones reducen el grado de saturación. Con el blanco se forman “tonos claros” y sin blanco “tonos oscuros”. Por ello, la iluminación y las propiedades reflectantes de las superficies tendrán una gran influencia en la saturación.

Todo lo dicho hasta ahora nos ayudará a comprender la relación entre colores y la terminología del color. En la fotografía de colores se habla de colores fríos y calientes, contrastados, armónicos, fuertes y fuertes, por ejemplo.

Colores fríos y calientes: Las zonas centrales del círculo cromático azul al verde son colores fríos porque se relacionan con las características del invierno y el hielo. El otro medio que va de la magenta al amarillo es el color frío, ya que incluye los colores que relacionamos con el verano y el fuego.

Colores contrastados: Los colores forman un contraste contiguo, como ocurre con los tonos en blanco y negro. Cuanto mayor sea la saturación de los colores, mayor será la distancia en el círculo o mayor será el contraste entre los blancos y los negros.

Ambas fotografías están formadas por colores armónicos. En la de la izquierda se han utilizado colores cálidos y en la inferior colores fríos.
I. Nogeras

Colores armónicos: Los colores muy relacionados producen una sensación de armonía, sobre todo si tienen tonos fuertes. Para conseguir la armonía se pueden utilizar colores cercanos al círculo o varios tonos de un solo color. La luz, las condiciones climatológicas, la exposición y los filtros pueden reforzar la armonía.

Colores fuertes: Muchas veces es mejor usar poco color que usar demasiado. La utilización de colores fuertes o insaturados fortalece la imagen. La forma más sencilla de desaturar el color es mediante la colocación en el objetivo de un plástico difusor transparente (o cualquier otro material difusor). En las diapositivas, el exceso de esposión quita saturación a los colores y aparecen tonos altos (o claros). La exposición excesiva tonifica los colores de las luces sobre todo, quedando fuertes únicamente en las sombras. La exposición insuficiente produce tonos bajos (o oscuros) y en las luces quedan colores fuertes.

Colores fuertes: Colores fuertes o saturados atraen la atención. A veces pueden resultar atractivos, pero si se utilizan en exceso pueden sobrepasar la imagen. Se debe evitar sobre todo la sobreexposición en las diapositivas y la exposición insuficiente en las negativas si se quiere conseguir colores fuertes. Los filtros polarizadores refuerzan el azul del cielo y reducen los reflejos que desaturan el color.

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