Parece que el dopaje no es XX. La invención del siglo XX, ni mucho menos. Para encontrar las primeras huellas del dopaje, a. C. IV. Es el año en el que el deporte empieza a tener una gran importancia en la sociedad griega. En torno a las competiciones deportivas se reunían muchas personas y los premios que recibían los ganadores no eran de ningún tipo. Además del dinero, los deportistas podían conseguir otros privilegios como la comida o la vivienda. Pero eso no era todo; los siguientes premios, seguramente, eran mucho más atractivos: librarse de los impuestos y del servicio militar.
Mirando los premios, no es de extrañar que muchos deportistas quieran hacer trampas y dar un empujón a sus capacidades. Aunque no existían las sofisticadas hormonas actuales, los griegos sabían bien que algunas setas y extractos vegetales faltaban y daban fuerza. Finalmente, el uso de estas sustancias se extendió tanto que una de las principales causas de la desaparición de los antiguos Juegos Olímpicos fue el uso abusivo de sustancias estimulantes.
Tras los griegos llegó la época romana. Los principales juegos de entonces eran carreras de caballos y peleas de gladiadores, en las que el uso de drogas estaba muy extendido. Daban a los caballos sustancias que les daban fuerza para moverse más rápido. A los gladiadores, por su parte, se les suministraban drogas que les permitían tener fuerza para luchar con fuerza ante los leones, para satisfacer el apetito de sangre del espectador y asegurar el espectáculo.
Después de los griegos y romanos, sin embargo, llegó la época del cristianismo y al deporte le llegó la hora de vivir los años más oscuros de la historia. Por un lado, los cristianos no aceptaban los violentos y sangrientos juegos romanos ni los juegos olímpicos paganos griegos. Por otro lado, consideraban que la formación física dificultaba el desarrollo intelectual.
Por todo ello, el deporte estuvo totalmente excluido durante siglos. XIX. En el siglo XX, varias obras de carácter rural comenzaron a convertirse en una competición para mostrar la fuerza y la habilidad de los participantes, de manera que poco a poco el deporte comenzó a cobrar importancia.
Con el paso de los años, la fama del deporte ha crecido de forma constante, pasando de ser afición a ser negocio. Además, ha adquirido gran relevancia social. Los éxitos en el deporte son muy buenos para todos. Ante esta presión, los deportistas se preparan para ser los mejores que los mejores. Eso no se consigue de un día para otro. A menudo, por mucho que se esfuerce, es imposible ser el mejor de los mejores. En estos casos es de agradecer la colaboración externa. Hormonas, por ejemplo.
Para que los deportistas tratemos de aclarar el porqué del uso de las hormonas. De hecho, las hormonas son mensajeros químicos que regulan distintas funciones del cuerpo. Se forman en las glándulas y se distribuyen por todo el cuerpo a través de la sangre. A pesar de su baja concentración, es suficiente para corregir la mayoría de los procesos que se dan en el cuerpo. Controlan en gran medida el crecimiento y desarrollo de órganos y tejidos, lo que los ha convertido en objetivos de muchos deportistas. Además, en la actualidad, la tecnología de ADN recombinado permite la síntesis de muchas hormonas, lo que facilita su obtención en grandes cantidades sin mayores problemas.
Son muchas las hormonas que utilizan los deportistas, pero entre los culturistas, por ejemplo, los esteroides anabólicos son los más utilizados. Son similares a la testosterona. Se produce en testículos masculinos y, en menor medida, en ovarios femeninos. En la pubertad y la adolescencia es en gran medida responsable de los cambios que se producen en el desarrollo.
Como la testosterona influye en el crecimiento muscular, aumentando la cantidad de testosterona en la sangre, los deportistas pueden aumentar el tamaño, la solidez y la fuerza de sus músculos, y los deportistas, a su vez, argumentan que acelera la recuperación tras las lesiones. Pero esto tiene otras consecuencias, como el aumento del número de cabellos del cuerpo y el aumento de la voz, sobre todo en el caso de las mujeres, que no se han anunciado. Por ello, los científicos han hecho un gran esfuerzo en desarrollar esteroides con efectos anabólicos pero con menor efecto androgénico, como la androstenediona o la nandrolona. La
hormona del crecimiento, también llamada somatotropina, promueve el desarrollo físico en la adolescencia, especialmente el crecimiento óseo. Produce una síntesis de colágeno que se necesita para reforzar cartílagos, huesos, tendones y ligamentos. Estimula la degradación de la grasa mientras impulsa el desarrollo de la masa muscular para poder utilizarla como fuente de energía.
Por otro lado, aumenta el número de células sanguíneas rojas en personas adultas y estimula las funciones del corazón. Por tanto, es fácil entender por qué es interesante para los deportistas. En el ser humano, los factores que estimulan la producción espontánea de esta hormona son el sueño, el ejercicio físico y el estrés.
Sin embargo, otras modalidades deportivas tienen otras necesidades. En ellos no se requiere un aumento muscular sino una fuente de energía rápida y una mayor capacidad de oxígeno. De los que tienen este efecto, probablemente los más utilizados son la eritropoyetina y la insulina.
La Eritropoyetina (EPO) se dio a conocer sobre todo en 1998, cuando en el Tour de France los componentes del equipo ciclista Festina fueron atrapados y expulsados con eritropoyetina y otras sustancias prohibidas. La eritropoyetina es originada por el riñón y estimula la producción de células sanguíneas rojas en la médula ósea. Las células rojas, con ayuda de la hemoglobina, transportan el oxígeno a las demás células, incluso a las musculares. Por lo tanto, al aumentar la producción de células rojas en la sangre, se aumentará la cantidad de oxígeno que llega a los músculos, permitiendo hacerlo de forma aeróbica. Por ello, es un deporte muy utilizado. En medicina se utiliza para tratar anemias asociadas a enfermedades renales, mientras que los deportistas consiguen aumentar su capacidad aeróbica mediante la inyección de EPO.
Como ya se ha mencionado, es evidente que en muchos deportes se necesita una fuente rápida de energía: la glucosa. Pero la glucosa, para atravesar la membrana celular y ser utilizada internamente, necesita de un sistema de transporte específico. Muchas veces este es el factor limitante. En condiciones normales, en la membrana celular hay tantos transportadores como aseguren la cantidad de glucosa necesaria para que la respiración de la célula se produzca sin problemas, y la entrada de glucosa depende del gradiente de glucosa en el exterior e interior de la célula.
En el caso del músculo, además de éstos, aparece un transportador especial llamado Glut-4. Es un transportador inductivo de glucosa, que aparece en la membrana únicamente como respuesta a la insulina y a la contracción muscular. La insulina provoca la translocación del transportador de glucosa Glut-4, que transporta del citoplasma del tejido muscular a la membrana plasmática. Esto aumenta la tasa de penetración de la glucosa.
Sin embargo, a pesar de que la glucosa es una fuente importante de energía, una concentración excesiva de glucosa en sangre puede ser muy peligrosa. Cuando detecta la entrada de más glucosa a las células de la necesaria para la respiración, la insulina produce glucógeno. Se sabe que el rendimiento de los corredores de media distancia depende en gran medida del suministro muscular de glucógeno. Para llenar sus músculos con combustibles de glucógeno, hay quien toma altas dosis de glucosa e insulina. Esta técnica, denominada hyperinsulinaemic clamp, provocará que toda la glucosa recibida se convierta en glucógeno. Gracias a ello, los deportistas tendrán un nivel de glucógeno muy alto en las células de los músculos, listo para el comienzo del deporte. Esto se irá convirtiendo en glucosa tan pronto como se empieza a practicar deporte, sin necesidad de una concentración excesiva de glucosa en sangre desde el principio. Sorprendentemente, esta técnica puede multiplicar por 12 el metabolismo de la glucosa.
Algún deportista ha sido descalificado en varias ocasiones en la historia de los Juegos Olímpicos por el uso de sustancias prohibidas. El propio Ben Johnson, al retirar la medalla de oro por dar positivo los tests de esteroides anabólicos en los Juegos Olímpicos, reconoció que durante muchos años había estado uniendo esteroides y la hormona del crecimiento.
Pero la mayor dificultad para detectar que un deportista ha tomado hormonas es que el propio ser humano también las produce de forma natural. ¿Cómo distinguir entre lo natural y lo exógeno? Muchas veces se puede detectar una concentración excesiva, pero suele ser difícil determinar la concentración considerada normal, ya que no todas las personas tenemos la misma concentración hormonal. Además, para que la prueba de detección de hormonas sea útil, debe ser sencilla, rápida y económica y los tests más eficientes suelen ser muy caros. Normalmente realizan análisis de orina y sangre.
A menudo se utiliza la llamada espectroscopia de masas para distinguir entre hormonas naturales y sintéticas. Esta técnica puede diferenciar compuestos que contienen diferentes isótopos de carbono, como la testosterona natural y sintética, ya que existe una pequeña diferencia de tamaño entre ambos. En otras ocasiones, las diferencias de carga entre dos moléculas son las que nos permiten saber si las hormonas detectadas son exógenas. Para ello se utiliza la técnica denominada isoelectroenfoque.
Por otro lado, en general, las hormonas se eliminan rápidamente en el cuerpo. Por ello, los deportistas abandonan la administración de hormonas antes de realizar grandes pruebas deportivas para dificultar su detección y como vía de detección se han tenido que desarrollar técnicas que miden la concentración de metabolitos que se producen como consecuencia de esta degradación.
Cada hormona presenta diferentes dificultades a la hora de detectarlas, pero todas van en la misma línea. En el caso de la hormona del crecimiento, por ejemplo, en los últimos tiempos los endocrinólogos y científicos europeos están involucrados en el proyecto denominado GH-2000 en la búsqueda de una técnica de alta sensibilidad y fiabilidad que permita comprobar con certeza que un deportista ha tomado la hormona del crecimiento.
¿Qué riesgos tiene tomar hormonas?A Por ejemplo, el uso prolongado de esteroides anabólicos puede aumentar la presión sanguínea, provocar acné y provocar problemas de funcionamiento en el hígado. Además, puede provocar alteraciones menstruales en las mujeres, reducir la producción de espermatozoides e inducir la impotencia en los hombres y favorecer la aparición de enfermedades renales y cardiacas. Además, suele generar un comportamiento agresivo. Entre los receptores de la hormona del crecimiento se han observado varias enfermedades. Una de ellas es la acromegalia, que suele producir un crecimiento excesivo de cabezas, pies y manos. El crecimiento del labio, la nariz, la lengua, la mordaza y la frente son fácilmente perceptibles en su cara. El aparato digestivo también aumenta de tamaño y muchas veces produce fallos en el funcionamiento del corazón. Por ello, los acromegalados normalmente mueren antes de los 40 años. Cuando la concentración de eritropoyetina es excesiva, se producen células sanguíneas rojas excesivas que pueden provocar la coagulación de la sangre. Ha sido la causa de la muerte de muchos deportistas. El abuso de insulina también puede causar graves problemas en la salud de los deportistas. Quedarse el cerebro sin la energía y el oxígeno necesarios por exceso de glucosa en la sangre puede enviar el receptor de insulina a una coma irreversible. |
¡Para los Juegos Olímpicos de 2004, un chip para detectar sustancias prohibidas!Para los próximos Juegos Olímpicos puede estar preparado un chip que detecte el consumo excesivo de sustancias prohibidas. De esta forma se pueden combinar cientos de pruebas en pocas horas, que permitirán a todos los deportistas probar si deciden utilizarlas. Hasta ahora se seleccionaban y se hacían pruebas a varios deportistas, ya que no había tiempo suficiente para realizar la prueba a todos, no había dinero. Pero a partir de ahora no se libraría a ningún deportista, todos tendrán que hacer la prueba. Esto puede quitarle de la cabeza la idea de tomar hormonas abusivas y poner a todos los deportistas al mismo nivel. El chip desarrollado en los Laboratorios Randox tendrá una anchura de un centímetro y detectará 25 sustancias. Para ello utilizarán un sistema de detección por anticuerpos que les permitirá conocer las hormonas y los metabolitos específicos que se generan en el cuerpo a través de su degradación. Al tratarse de un método rápido, se podrán realizar tests en cualquier momento. Sin embargo, Roisin Molloy, del Laboratorio de Randox, ha comentado que servirá para realizar un primer análisis, ya que después habrá que confirmar los resultados de las muestras sospechosas de tomar sustancias prohibidas. Por el momento, se han incluido pruebas de esteroides anabólicos en el chip que han llamado Evidence, pero han manifestado su intención de aumentar su penetración. Además, a pesar de que en este momento se analiza la orina, los responsables de la realización de las pruebas han señalado que en los Juegos Olímpicos la posibilidad de hacerlo mediante saliva facilitaría enormemente el nerviosismo de los deportistas, que en ocasiones dificulta la recogida de muestras de orina. |