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En una cámara se puede controlar la luz que llega a la película de dos maneras: iluminando o oscureciendo la imagen con la apertura variable que hay detrás del objetivo y cambiando la duración de la luz que llega a la película con un obturador regulable.
Esta apertura variable, como diafragma ya comentamos en la anterior ocasión. Para fotografiar a un sujeto oscuro, el diafragma tendrá que ser ampliado para que entre la mayor cantidad de luz posible. En caso de estar muy iluminado, deberá reducirse la apertura. De esta forma se obtiene un resultado similar en ambas fotos, ya que la película ha tenido la misma exposición.
El anillo de control del diafragma lleva una escala de "números f". Cada número representa la mitad de la luz de la anterior o el doble de la siguiente.
Los "números f" representan cada posición del diafragma. Sin embargo, en lugar de indicar el diámetro de la apertura del diafragma, son el cociente entre cada diámetro y la distancia focal.
Este sistema de medidas asegura que, con cualquier objetivo, se introduce la misma cantidad de luz en un determinado diafragma. De esta forma, una vez modificados los objetivos, no se producirán problemas de exposición. Cuanto mayor sea el número, menor será la apertura. El número más pequeño de la escala, es decir, la mayor apertura del objetivo, en este objetivo normal es f2 i nguru.
Además del diafragma, hay otra vía para controlar la luz que llega a la película: el obturador.
El trabajo consiste en decidir no sólo la duración de la luz que llegará a la película, es decir, la cantidad de luz, sino también el momento en el que la luz entra.
Otro mando de la cámara (anillos o ruedas) lleva una escala de velocidades de obturación. Las cámaras simples tienen un obturador de una sola velocidad o de tres o cuatro velocidades representadas con símbolos climatológicos.
Esta escala representa el segundo y las fracciones de segundo. Al igual que en los "números f", cada número indica la mitad del tiempo de exposición del anterior o el doble del siguiente. Esta característica común es importante ya que permite realizar las combinaciones que analizaremos más adelante. En la posición B, el obturador permanece abierto mientras el disparador está pulsado.
La velocidad de obturación no sólo afecta a la exposición. También depende de cómo saldrán los objetos en movimiento. En el segundo apartado vimos que había dos tipos de obturadores. La central o de planchas suele estar formada por cámaras de visor directo.
Este tipo de obturadores es objetivo y la luz no llega hasta el momento de la exposición. Los SLR llevan plano focal. En ellos se sitúa en el cuerpo de la cámara, justo delante de la película. Este sistema permite cambiar el objetivo sin riesgo de película negra. Está formada por dos cortinillas que pasan sucesivamente durante la exposición.
El mando de velocidad modifica la distancia entre ambos, a menor distancia, menor tiempo de exposición. Por otro lado, muchas cámaras llevan un disparador de coches. Con ella se pulsa el botón y entre 10 y 30 segundos el obturador no se abre. Es muy útil para hacer autorretratos o cuando el fotógrafo quiere salir en las fotos del grupo. También se puede utilizar cuando existe el riesgo de que la cámara se mueva en el momento de tomar la foto, ya que el posible movimiento puede evitarse con esos segundos.