AquAdvantage es el pescado transgénico que más posibilidades tiene de ser el primero en llegar al mercado. Desarrollado por la compañía estadounidense AquaBounty, afirma que su crecimiento es el doble de rápido que el salmón común: el transgénico tarda 30 meses en tomar la medida de comercialización de salmones comunes de granja (5,8 kilos), mientras que el transgénico tiene entre 15 y 18 meses.
Este crecimiento se debe a un transgen, el salmón transgénico es el salmón atlántico, pero Chino tiene incluido en su genoma el gen de la hormona del crecimiento del salmón. Este gen codifica la misma proteína, pero se regula de otra manera, lo que permite que el pescado crezca y llegue más rápido.
AquaBounty destaca que el pescado que han desarrollado no contiene proteínas ajenas al salmón. Por tanto, no existen causas de alergia ni de riesgo para la salud de los consumidores. Tiene el mismo sabor y composición nutricional que el salmón común. En todo caso, AquaBounty ha afirmado que la diferencia puede estar en calidad, ya que sus viveros pueden colocarse fácilmente en cualquier lugar, situándolos cerca de los consumidores reducirían mucho la distancia y el tiempo de transporte. Esto supondría la posibilidad de comercializar el salmón de una manera óptima.
Por otro lado, AquaBounty ha tomado medidas drásticas para evitar los efectos ambientales de un caldo de cultivo de peces transgénicos, especialmente para prevenir una fuga. De hecho, según estudios sobre este tema, los animales con mayor riesgo de fuga son los insectos y los peces. Y hay muchos ejemplos de salmones del Atlántico fugados y de sus daños. Por ejemplo, cuando los salmones de la granja se cruzan con salvajes, la siguiente generación suele ser débil y con problemas de supervivencia. Los salmones fugados al Pacífico compiten con especies de salmón autóctonas.
En relación a las consecuencias de las escapadas, investigadores de la Universidad de Purdue han presentado la "hipótesis del gen troyano". Según ellos, pocos ejemplares de salmón Aquadvantage pueden hacer desaparecer la población de salmones silvestres de una determinada zona. AquaBounty, sin embargo, responde que el modelo matemático diseñado por los investigadores para llegar a este resultado no está basado en su salmón, sino en la medaca transgénica japonesa. Este pez llega a la edad adulta en 56 días y se reproduce diariamente hasta su muerte. El salmón, por su parte, tarda 3-5 años en llegar a la edad adulta --incluso unos 10 años- y, a menudo, sólo se reproduce una vez a lo largo de la vida.
A pesar de ello, AquaBounty sólo produce hembras estériles. Para ello, al poco tiempo de la fecundación aplican una alta presión sobre los huevos, evitando la pérdida de un grupo de cromosomas que normalmente se pierde, dando como resultado peces triploides, estériles. Además, los viveros son muy seguros, pero si se escapan algunos ejemplares no serían capaces de cruzar y reproducirse, ni entre ellos ni con salmones silvestres. Además, en la naturaleza no vivirían, porque no están acostumbrados a buscar comida y a afrontar dificultades.
Por tanto, AquaBounty ha confirmado que ha adoptado todas las medidas posibles desde el punto de vista sanitario y medioambiental y que está listo para ser comercializado. Para ello, debe obtener la autorización local y, en Estados Unidos, el responsable es la FDA, el organismo oficial encargado de la seguridad de medicamentos y alimentos.
A finales del pasado verano la FDA publicó sus informes sobre la seguridad del salmón AquAdvantage. Según los ponentes, la composición de este salmón transgénico es la misma que la del salmón común, por lo que no tiene efectos nocivos para la salud. Sin embargo, la FDA indica que hay que hacer más pruebas para garantizar que no existe riesgo de alergias.
La FDA también ha considerado seguro el salmón transgénico en su informe medioambiental. Literalmente concluye: "En definitiva, con el fin de evitar totalmente el riesgo medioambiental, se implantarán medidas simultáneas variadas y redundantes en la producción y crecimiento del salmón AquAdvantage". Por lo tanto, ha llegado a la conclusión de que ha asegurado que es seguro para el medio ambiente.
Sin embargo, los resultados y conclusiones de los informes fueron insuficientes para obtener la autorización definitiva de comercialización. De hecho, tras la publicación de los informes, es el turno del debate de expertos. Hubo dos debates en los que algunos biólogos y ecólogos que participaron en el debate dijeron que había que hacer más pruebas.
Dicen que ha ocurrido con algunos medicamentos que no se ha visto que eran nocivos hasta que se han puesto en el mercado, y que temen que pueda ocurrir lo mismo con los peces transgénicos. Además, se cuestionó que la eficacia del método de esterilización es del 100%. Sin embargo, algunos expertos propusieron una solución: dar la autorización de comercialización, pero explicar en una etiqueta que es un producto modificado genéticamente.
Esta medida, sin embargo, va en contra de los principios del FDA, que se niega a etiquetar según el modo de producción. Las normas indican que sólo las “diferencias materiales” (textura, composición, etc.) que puede generar el método de producción deben aparecer en la etiqueta, no por el propio método. Y en el caso del salmón AquAdvantage, el FDA no ha encontrado ninguna diferencia entre este salmón y el común.
Finalmente, la FDA aceptó hacer más estudios, por lo que el salmón de AquaBounty no tiene autorización de comercialización por el momento.
A pesar de que, según algunos, la decisión de la FDA ha sido satisfactoria, las compañías que trabajan en la comercialización de los peces transgénicos se han mostrado desesperadas. En concreto, AquaBounty está desarrollando otra especie, aplicando la misma tecnología, la trucha de crecimiento rápido.
También hay proyectos fuera de Estados Unidos. Por ejemplo, el Instituto de Hidrobiología de la Academia China de Ciencias lleva tiempo dispuesto a comercializar una carpa transgénica de rápido crecimiento, pero sus responsables no les dan permiso. Situación similar en Cuba. Allí han transformado genéticamente la tilapia para que también crezca más rápido de lo normal, y en otros países hay proyectos de peces que han sido transformados para ser resistentes a las enfermedades. Todos ellos están a la espera de la decisión final del FDA que les afectará.
La situación es diferente en Europa. De hecho, los únicos peces transgénicos autorizados son los destinados a la investigación. Con ellos trabaja la empresa donostiarra Biobide. Según Carles Callol, director científico de Biobide, "es maravilloso que la tecnología de transferencia génica se haya desarrollado hasta esa medida". La aceptación social del pescado transgénico para su consumo es considerada como un reto.
Sin embargo, según Callol, el crecimiento de los peces transgénicos es una oportunidad para reducir el sufrimiento de los animales y también para proteger el ecosistema, ya que hay que tener en cuenta, por ejemplo, que junto con los peces que se quieren pescar al pescar, se capturan otras especies de otras especies en redes. "Además --ha afirmado Callolek-- esto permite a más gente obtener las calorías y las proteínas que necesita. Eso sí, tenemos que estar firmemente convencidos de que va a ser seguro para las personas y el medio ambiente y que no va a provocar un monopolio".
En concreto, Callol considera que en la concesión de la autorización de comercialización se debería tener en cuenta este aspecto. "Los criterios del FDA y de los responsables de la Unión Europea son muy estrictos en materia de seguridad sanitaria y medioambiental, pero las empresas con patentes también deberían controlar su comportamiento en el mercado. De lo contrario, hay riesgo de monopolios".
Sin embargo, desde el punto de vista científico, el director científico de Biobide afirma que es un "hito": "A mí me parece tremendo que un proyecto iniciado a nivel de probetas termine siendo aplicable y llegue al mercado y, además, beneficie a las personas. También me parece muy importante como prueba conceptual. Es decir, es maravilloso saber que esta tecnología se puede utilizar, controlar, caracterizar y reproducir. Posible transferencia a otras especies. Imagínate lo que sería hacer aquí, por ejemplo con la anchoa".
Pero para llegar a esto hay que seguir muchos pasos. Y parece que la primera se puede dar en Estados Unidos, autorizando la comercialización del salmón AquAdvantage. Para ver cuándo será.