Conoceremos uno de los animales más sorprendentes del mundo: el elefante.
Cuando está en grupo, lento, tranquilo, dueño de su grandeza, el elefante recorre las llanuras. Sabe que no es capaz de molestar a cualquier otro animal y por eso su actitud irradiará seguridad. Trompa, a un lado y a otro, tocar, coger, conducir, etc. realiza. Es propietario de amplios terrenos. Sin embargo, no se nos fija en un lugar. Es realmente incansable. A diferencia de otros animales, no es suficiente con un territorio concreto y limitado. De una manera u otra se comporta como si fuera propietario de todo el territorio, sin prisas, atravesándolo sin ninguna gravedad.
El volumen del elefante nos sorprende, sobre todo por la impresión de potencia que genera toda esta masa. Sin embargo, para nosotros lo más curioso es su trompa.
La trompa del elefante cumple muchas funciones. Sirve para todo: herramienta de trabajo (recogida de ramas altas o trasvase de pesos, obtención de alimentación o palpación de un cuerpo desconocido), apéndice de olor, tubo que llena el cuerpo de agua o polvo para ducharse... El elefante no sería todo sin la perfección de la trompa. Además de oler, cumple diversas funciones. Es sin duda el órgano más desarrollado en la evolución de este animal.
Por lo tanto, la trompa es su mano, pero una mano muy especial, porque en ella tiene los sentidos del gusto y del olfato. Es decir, sin duda una herramienta rica en la percepción del entorno.
El elefante africano tiene dos labios al final de la trompa. Son semejantes a los dedos y con ellos adquiere cualquier cosa, por pequeña que sea, sin grandes errores y con ambición de agua sorprendente. Por un lado es sensible, pero por otro, ¡qué fuerza! La trompa borra se puede convertir en dura, capaz de golpear a la perfección o de arrancar los árboles. Una vez recibida la trompa, recoge los mensajes que vienen en silencio en el aire, usándolos como rachas de viento o como olores. Durante las sequías puede encontrar agua en el subsuelo de la trompa, abriendo nuevas fuentes y beneficiando a otros animales.
Vamos a analizar los movimientos de la trompa. Como una serpiente se mueve en todas las direcciones y adopta todas las formas: se enrolla o se relaja, baja (para atrapar a un xagutxo en la superficie terrestre) o se estira (hasta las ramas superiores de un árbol alto). Por lo tanto, la trompa puede explicar cualquier postura. A través de este órgano sensible polivalente, todo el cuerpo (masa de pura potencia) está bien informado del medio.
El elefante africano tiene sus orejas grandes muy notables. Su función es lograr el equilibrio de la temperatura. Este animal hace abanicos sus orejas para disipar el calor solar que sufrió a mediodía. Las orejas están formadas por una rejilla cerrada de tubo capilar que permite eliminar el exceso de calor acumulado en su interior. Sin embargo, cuando no hace calor, mantiene los oídos parados y pegados al cuerpo.
Para mantener un cuerpo tan grande (el peso es de 6 toneladas) la cantidad de alimento no es cosa de bromas. El elefante necesita 300 kg de alimentos al día. Esa puede ser la razón por la que este animal puede ser paseante. Si fuera estacionario, un grupo de elefantes agotaría rápidamente todos los recursos de un lugar.
Las patas del elefante parecen consistentes y monolíticas, como cuatro columnas. También podemos considerar estos apartados de gran evolución. Gracias a estas patas puede circular por cualquier tipo de terreno. La parte inferior de las piernas se adapta a todas las irregularidades y asegura el equilibrio de toda esa masa. No es sorprendente ver que el elefante se desplaza en fuertes pendientes. Pero no se puede saltar.
Además, este animal también sabe nadar. El agua tiene ganas y el baño se convierte en rito. A menudo el grupo acude a un pozo de agua, donde los elefantes vuelan, duchándose, jugando... Está más claro que les gusta. Si el río o el lago es demasiado profundo, puede respirar bajo la trompa con todo el cuerpo sumergido.
Por todo lo expuesto, está claro que el elefante tiene importantes hábitos sociales. Normalmente forman grupo. La cabeza del grupo no es un macho, sino una hembra, y la más antigua de ellas. Esto guía a todos los que respetan su autoridad. Los machos viven bastante alejados de los demás (hembras y adolescentes).
También hay elefantes solitarios. Normalmente son los más antiguos abandonados. Estos últimos no pierden todas las relaciones con sus familiares. Al viejo y solitario elefante, algún joven le ayuda escoltar.
Por su volumen, fuerza y peso, los ataques del elefante son realmente terroríficos. Pero, ¿quién saca este prodigio de su pereza? Si alguien o nada rompe su tranquilidad o sus costumbres, puede suceder algo terrible. El resto de animales lo saben y no ponen obstáculos para que no surjan problemas. Si alguien mostrara su valentía, el elefante aparece dispuesto a luchar. Para ello utiliza sus trompas y colmillos.
Es difícil necesitarlos. El agujeto o gesto amenazante suele ser suficiente como máximo o la intención de atacar
mostrar que el enemigo valiente se equivoque. Por lo tanto, esta forma de fuerza proporciona un buen rendimiento.No empieza la pelea y queda “convencido” a leones, leopardos y otros enemigos; luchar contra el elefante sería una locura terrible.
Esos buenos colmillos que tiene, en realidad no son caninos, sino incisivos. A lo largo del siglo han sido las principales causas de muerte de este animal. ¡Boli! Los lugares más salvajes de África se cruzaban para conseguir el marfil. Los cazadores estaban muy bien pagados… Como siempre, este potente animal ha tenido como principal enemigo al hombre.
En algunos países, este gigante ha pasado de ser un animal salvaje a convertirse en un animal doméstico gracias a su capacidad para aprender las cosas con rapidez. Sus buenas condiciones y la seguridad le han proporcionado un medio para desarrollar mucho su cerebro. La expresión “memoria elefante” nos deja claro su capacidad de acumulación de información. Parece que su psiquismo es equilibrado y tiene la capacidad de dar respuestas a las diferentes situaciones.
Asimismo, el elefante es uno de los “compañeros” más importantes entre los animales. Ejemplo de ello es el elefante indio. Son territorios en los que la ayuda humana es fiel y necesaria.
El elefante indio tiene algunas diferencias con su pariente africano. El oriental es de menor tamaño, las orejas son mucho más pequeñas y envueltas (ya que apenas tienen que cumplir la función de ventilador), los caninos de las hembras no están al descubierto y el macho tiene mucho menos de lo que el africano. El Proboszideo indio es un caserío común que se utiliza para todo tipo de transportes y servicios.
En la India, uno de los deportes rurales más antiguos es la lucha entre elefantes. A través del estímulo y la provocación de los probadores se ponen en lucha contra la naturaleza de los animales. Para ello es necesaria la participación humana, ya que éstas renuncian a las luchas entre familiares.
A través de estas líneas hemos podido ver y aprender algunas curiosidades. El Proboszideo es uno de los animales más honrados de la creación. Ese es nuestro ELEFANTE.