Bajo la influencia de las tormentas de arena, en el pavimento de piedra se mantiene firme. En los White Mountains, situados entre California y Nevada, viven los seres vivos más antiguos conocidos en la tierra: Pinos con barbas ( Pinus aristata o pinus longaeva ). Estos árboles tienen unos 4000 años y el más antiguo de ellos ya ha cumplido los 4900. La marca de estos árboles es realmente hermosa, sobre todo si tenemos en cuenta que la media viva de las coníferas oscila entre los 200-300 años.
Los pinos con barba han estado fuertemente clavados a lo largo de los siglos. Sin embargo, no han crecido demasiado en ese largo tiempo, ya que el más largo sólo mide 7,50 metros. Al parecer, los pinos con barba crecen cada 100 años sólo 2,5 cm. ¿Por qué menos? Esa es la clave de su envejecimiento. La madera del pino barbado está medio muerta, pero debido a la sequedad del desierto no se pudre. Conserva varias células vivas siempre bajo el blanco. Con ello se asegura la circulación del sudor.
Además, tienen marcadas las heridas y cicatrices de las condiciones climatológicas y ecológicas que han sufrido los troncos. Viven aislados del resto de la vegetación, a partir de los 300 m en suelo casi seco. Algunos de los que se encuentran en el camino de los vientos se encuentran paralelos al suelo y además la erosión les ha puesto de manifiesto sus raíces. La ancianidad de los pinos barbados y su admirable capacidad de adaptación han cautivado al botánico. Desde 1958 estos pinos están protegidos y se utilizan para la investigación científica. Los pinos se pueden considerar libros abiertos que cuentan una historia muy antigua.
Los anillos de los pinos están marcados por los cambios climáticos que han sufrido a lo largo de su vida. El conteo de los anillos (se sabe que cada año los árboles tienen un anillo nuevo), da la edad del árbol y el espesor de estos anillos nos muestra las condiciones climáticas que ha sufrido el árbol. Por tanto, analizando los anillos es posible nadar al clima que ha existido desde la prehistoria. Además, es posible el estudio de los pinos muertos. La seca del desierto ha mantenido los troncos completos de hace 9.000 años.
El estudio de los pinos barbados ha producido una segunda revolución en la cronología prehistórica. El primero fue la datación por radiocarbono. El pino con barba, por ejemplo, ha anulado la hipótesis de que el 14 de carbono en la atmósfera se ha mantenido constante. El porcentaje de isótopo del carbono de 14 pesos atómicos se ha mantenido constante únicamente en los últimos 3500 años.
El estudio de los pinos ha permitido elaborar una curva de calibración para el carbono 14. Con esta curva será posible realizar un ajuste de los datos de edad obtenidos en radiocarbono. Por ello, se va a proceder a una nueva datación de algunos acontecimientos antiguos y a una nueva cronología, ya que se ha postulado que la proporción de carbono 14 en la atmósfera para llegar a esos datos de edad ha permanecido constante en el tiempo.
Los contemporáneos de nuestros antepasados de Ekain y Altxerri están presentes en las montañas de California como testigos mudos de la historia.