Algunas reflexiones críticas sobre el euro

No se han emitido todavía euros. Por lo tanto, a pesar de que su nacimiento está anunciado, todo lo relacionado con el euro es provisional. Sin embargo, las medidas ya adoptadas por la Unión Europea (UE), junto a la voluntad política que se manifiesta y refrenda tras ellas, nos hacen pensar, por un lado, que la posición de los inversores financieros internacionales 'euros', por otro, va a seguir adelante necesariamente la Unión Monetaria Europea (OMR).

En el plano teórico, el euro no supone, de forma resumida, ninguna mejora sustancial para el Sistema Monetario Internacional, en una situación tan precaria como la actual (recuérdese las graves ocasionadas recientemente en Asia Oriental, las Deudas Exteriores al Tercer Mundo o las fluctuaciones de tipos de cambio, variables, flotantes, etc.). Desaparecerán los tipos de cambio entre once monedas europeas, pero lo que es un problema real, la divisa y la inestabilidad de los mercados financieros, no se vulnerará en absoluto. En consecuencia, las posibles fluctuaciones del valor del euro, sobre todo con el dólar estadounidense y el yena japonés, son ilimitadas a la espera de aquella gigantesca ola de especulación o inundación… La pervivencia de esta amenaza pone de manifiesto las carencias de la Ciencia Económica actual.

En lo que respecta a la Política Económica, los poderes políticos europeos están aplicando el neoliberalismo junto con el euro. Es decir, para todas las actividades económicas, el criterio que se impulsa desde el poder político es el de la ley de mercado. Los (neo)libreganistas piensan que la orientación económica de la sociedad debería estar determinada por el juego económico de la demanda y la oferta 'libre'. y XIX. como algunos pensadores de siglos (Hume, Smith, etc.). Una intervención invisible establece automáticamente la armonía en el mercado, salvo en el caso de que el Estado o alguna otra mano visible similar participen. Olvídate, por tanto, de la visión de los antiguos keynesianos, donde se subrayaba la necesidad de redistribución de las rentas. Según ellos, los errores de los mercados deberían ser corregidos por el Estado en beneficio de todos, de toda la sociedad. De ahí el Estado de Bienestar, que ahora se está deshaciendo.

El euro y la RM no son objetivos finales en las agendas de los gobiernos. Dicen que el crecimiento económico y la abundancia de puestos de trabajo son los resultados que quieren conseguir. ¿Cómo hacerlo? Libertad dando a los 'hechiceros'. Las expectativas económicas que generarían los libre quehaceres se materializarían en la compraventa de bienes, servicios y activos financieros, determinando el equilibrio económico general. Muchos demuestran que el equilibrio en una economía compuesta por los llamados 'hechizos libres' siempre es un modelo matemático bastante complicado, suavemente randado. Sin embargo, desgraciadamente, cuando tienen en cuenta el dinero bancario o los efectos de la contaminación o los monopolios empresariales, estos modelos no son capaces de establecer un equilibrio único y estable.

Desgraciadamente, para muchos economistas, el desempleo se debe únicamente a los excesos salariales. Es la expresión económica que se esconde tras el euro y la EMB. "Si no fueran los sindicatos y el Estado de Bienestar (pensiones, salarios para desempleados, impuestos,…)", argumentan, "podrían bajarse los salarios, porque el paro es una señal de exceso de mano de obra que hace que la mano invisible llegara a un equilibrio donde el paro voluntario no sería". Tal vez, si se produjera una merma salarial suficiente, entre lo que actualmente figura en la lista del INEM y del ANPE, saldría del mercado para acabar con el problema del desempleo.

Los quince pueblos que conforman un mercado único, bajo la misma filosofía, extinguieron las 'barreras de mercado' nacionales mediante el Acta Única (período de transición 1987-1992). El euro se utilizará como moneda única para desarrollar y facilitar las libertades económicas. Los bienes, servicios y activos financieros ya pueden moverse libremente dentro de la UE, por lo que el ajuste económico restante corresponde al mercado de trabajo y al Estado de Bienestar. En la medida que las Políticas Monetarias Nacionales vayan desapareciendo, las capacidades económicas de cada Gobierno (macro, en la orientación económica de la sociedad y micro, en lo que se refiere a ingresos y gastos de los recursos financieros del Estado de Bienestar) serán menores. Además, el límite que el “Pacto de Estabilidad y Crecimiento” impone a los déficit públicos es muy reducido, el 3% del Producto Interior Bruto.

Se escucha que no se puede vivir fuera del euro, como argumento indirecto o… Tres de los cuatro países que no han participado en la EMB han sido excluidos (Gran Bretaña, Dinamarca y Suecia). Creo que todo esto quiere decir que se puede vivir fuera del euro. La política económica y los criterios macroeconómicos que se exigen a estos países, y a Grecia, son similares a los que se exigen a los demás. Entonces, el principal problema es cumplir con los criterios liberales y no estar en el euro o no.

Por último, en el equilibrio económico que genera la 'mano invisible', está por ver si se va a determinar una distribución más justa del patrimonio. A lo largo de la historia, tanto en la Revolución Industrial como en la actual crisis, la diferencia ha sido el principal resultado, aunque la mayoría de los modelos matemáticos confirman lo contrario. Sin intervención estatal, el libre juego económico entre intereses privados no aporta bienestar a la mayor parte de la población, sin olvidar la catástrofe ecológica y otras injusticias similares.

Riesgos asumidos en el camino de la OMR

  • Cuestión de credibilidad: la opinión de los inversores internacionales sobre el euro es decisiva para el futuro de la nueva moneda. Por ello, el debate diplomático surgido en torno a la presidencia del Banco Central Europeo ha sido calificado como 'perjudicial' por los expertos. ¿Por qué? Porque se está cuestionando la independencia del Lehendakari respecto a la política. Y es que, para los mercados financieros, la influencia de esta dependencia política va en contra de la dureza de una moneda. Lo que se puede pensar en el discurso es que las personas políticas siempre quieren gastar más dinero público, no tienen ningún miedo al déficit público ni a la deuda pública. Por el contrario, las verdaderas banqueras (con pocas mujeres) son gestoras muy fiables, no son nada amables los desequilibrios negativos en las cuentas (se alegran cuando sus ingresos son mayores que las erecciones, pero hay que tener en cuenta que ante sus rendimientos netos hay un déficit de alguien).
  • Como las relaciones entre la Política Monetaria Única y los Presupuestos Públicos nacionales van a ser nuevas, no sabemos qué va a pasar entre ellos. En la medida en que las estructuras económicas nacionales siguen siendo diferentes, la convergencia interna del euro o las políticas conjuntas pueden tener consecuencias muy graves.
    Aquí también hay que mencionar la asimetría. ¿Qué pasaría con las exportaciones del País Vasco, por ejemplo, si, como consecuencia de los ingresos de capital en el mercado de Fráncfort, en algunas semanas del dólar y del yena, el euro aumentase entre un 30 y un 50%? Los
    expertos reconocen que los tipos de interés de las Deudas Públicas nacionales serán diferentes, ¿en qué medida?
  • A corto plazo el desempleo se mantendrá en Europa, al tiempo que se intensificarán las políticas para limitar los incrementos salariales. Como consecuencia de ello, las zonas de miseria urbana y la cantidad de problemas y necesidades sociales asociadas a las mismas no se verán mermadas (se están multiplicando las luchas económicas callejeras por Europa, así como las actividades gratuitas para los pobres 'sopas populares', 'restos del coeur').
  • La creación de la moneda única también plantea problemas técnicos:
  1. Las redes informáticas de telecomunicaciones necesarias para tramitar los Grandes Pagos (TARGET, SWIFT,…) son un gran reto técnico. Dado que los intermediarios financieros actúan en los mercados financieros actuales las 24 horas del día de forma continuada, cualquier avería o fallo informático puede repercutir enormemente en el funcionamiento de los mercados.
  2. Los sistemas bancarios nacionales deberán gestionar el pago de las dos monedas legales durante tres años. En lo mejor no soportan el riesgo de los tipos de cambio, pero tampoco se puede olvidar la incertidumbre, el nerviosismo, que se ciñe a una situación nueva.
  3. Por parte de los consumidores debemos acostumbrarnos a los nuevos números de precios. Que sea caro y barato no podemos reconocerlo en euros, al menos de la misma manera automática que hacemos en nuestras monedas nacionales. Los precios vendrán en dos monedas en billetes de precio de los productos a la venta a partir de 1999. Creo que los nuevos postres, monedas y papeles monetarios, que se emitirán en 2002, van a ser 'raros' desde el principio, pero pronto los conoceremos (aparte de algunos casos limitados). Además, si los bancos mantienen la estrategia de los últimos años, se reducirá proporcionalmente el uso de monedas y billetes y se ampliarán las tarjetas electrónicas.
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