Si queremos aprender sobre la fauna de nuestro entorno, además de estudiar guías, enciclopedias, etc., es enriquecedor hablar con personas relacionadas con los animales. Esta gente no suele tener la costumbre de dar expresiones ponposas y redondas, pero puede explicarnos lo que conoce desde otro punto de vista y con encanto.
A modo de ejemplo, un cazador de la localidad me echó una vez de cuenta: Después de confesar que odiaba de corazón a las micas y a los cuervos, el corvido (“todos los miembros de la familia del cuervo”) me dijo que son “aves rápidas y negras que cantan mal”. Desde entonces me he puesto a pensar en lo que ha dicho y me parece que si dejamos de lado lo del odio, la definición puede ser adecuada. Vamos a ver si el esquinoso de la misma familia cumple la definición de nuestro amigo.
Empecemos a ver si es rápido o no. El esquinoso es, sin duda, un animal inteligente, como el resto de los córvidos. Como su nombre indica, se trata de una ave huidiza que descubre todo lo que sucede a su alrededor. Además, en cuanto se detecta a alguien, se esconde de repente en la oscuridad del bosque y de esta manera se informa a todos los miembros del equipo del peligro. A pesar de no sonar, el esquinoso siempre alerta, pronto nos denunciará el grito: “Shrraac, shrraac”, por lo que es más fácil detectar por el canto que ver. Tanto este sonido que saca el esquinoso como el canto del resto de los corvidos pueden ser, a nuestro juicio, nefastos, pero además de tener una gran capacidad de comunicación, tienen la habilidad de imitar el canto de otras aves. El esquinoso, por ejemplo, hace bien el canto de muchos depredadores de día y de noche y, si lo demuestra, puede aprender a repetir algunas palabras.
En cuanto al color, la definición de nuestro amigo no es correcta, a diferencia de la esquinosa, el cuervo o el cuervo, que no es negro. Por el contrario, presenta un cuerpo pardo-rojizo de colores llamativos, con sólo barros, picos y “bigotes” de color negro. En la frente y el casco, por su parte, tiene plumas grises y oscuras que, cuando se enfada, las enorgullece. Por último, sus aletas están decoradas con plumas azules y negras de esplendor. El plumaje mencionado es el mismo de machos y hembras, y aunque los más jóvenes son más claros, son muy similares a los adultos.
El esquinoso es un ave de tamaño medio. Tiene una longitud aproximada de 34 cm y un peso de 170 gramos en relación al tamaño relativamente ligero. Pico y patas fuertes y ojos azules. Tiene una forma especial de volar, a golpes, mostrando un aspecto bastante torpe.
Como come semillas, frutos, bichos, pequeños vertebrados, matanzas, etc., podemos decir que el esquinoso es omniboro. Encuentra la comida tanto en los árboles como en el suelo y en el suelo, a diferencia de otros córvidos, va saltando. Cabe destacar que este animal discreto tiene la costumbre de guardar comida. A medida que abundan las bellotas y otros frutos, algunas se esconden en el suelo o en los orificios del tronco para poder comer en caso de escasez. Gracias a su refinada memoria, aunque en la mayoría de los casos acierta a encontrar los frutos guardados, algunos se quedan en el hueco abandonado, lo que ayuda a restaurar el bosque.
Aunque se puede encontrar en todos los bosques, los robledales húmedos son los preferidos por este ave y, en general, los bosques del género Quercus. Sin embargo, también es una especie típica y abundante en hayedos y bosques mixtos. También aparece en los territorios repoblados con coníferas, pero en menor medida que en los bosques anteriormente mencionados.
En primavera se despierta el instinto reproductivo. Entre abril y mayo, y tras reunirse por parejas, comienzan a construir un nido en un árbol y, en general, no muy alto. Su estructura está formada por ramas y tierra que cubren el interior con pelos. En ella la hembra pone entre 3 y 7 huevos de color verde y después de los 18 días de incubación por parte de los padres se produce la eclosión. 20 días después, los pollos pueden dejar el nido. Los esquinosos suelen sacar una sola cría al año, pero si se les rompe el primer chitazo, lo hacen rápidamente.
La distribución geográfica de Eskinoso en Europa es amplia. Vive en todo el continente, excepto en el norte de Escandinavia; también en Asia y África septentrional. También es nidificante común en todas las comarcas donde se encuentra el bosque en Iberia. En cuanto al País Vasco, salvo en la Ribera Navarra y la Rioja Alavesa, aparece en todas partes, es decir, en todo el territorio cubierto por el bosque. Por otro lado, se extiende desde la costa hasta los bosques más altos del Pirineo y, como ya se ha dicho, tiene bosques de hoja caduca, pero también encuentra un hábitat ideal para vivir en coníferas.
Cuando llega el invierno, los esquinosos de la zona permanecen allí, es decir, no muestran tendencia a migrar. Sin embargo, en el norte de Europa se detienen según el año o se dirigen al sur. Ante la escasez de alimentación, los esquinosos escandinavos necesitan migrar al sur para sobrevivir.
Al igual que el resto de aves, el esquinoso cuida cuidadosamente el plumaje, ya que éste es el que le da la indumentaria adecuada y la posibilidad de volar. Por eso tiene que pasar mucho tiempo limpiando, adecentando y peinando las plumas, pero además, el esquinoso tiene otra curiosa costumbre a destacar en estas tareas: visita a granjas. En las hormigoneras del género Formica se tumba contento y en ellas se abren las alas y se levantan las plumas para que las hormigas entren en plumas.
Estos, al igual que lo hacen con cualquier enemigo, comienzan a emitir ácido fórmico, que parece dar mucho gusto a nuestro esquinoso. Parece ser que se trata de un ácido formico, un buen insecticida que ayuda a matar las plumas y los garrapatas y demás parásitos de la piel. ¡Curioso sistema para el denunciante del bosque!
Especie: Garrulus glandarius |