En la actualidad hay que diferenciar dos conceptos:
La primera se utiliza en casos concretos, e.b. como cirugía oncológica en los cánceres de cabeza y cuello, o dentro de la Ortognática, para la remediación de malformaciones craneofaciales (tanto si son tejidos duros como blandos, se consigue una calidad de vida muy adecuada para el paciente). La segunda trata de solucionar problemas o defectos físicos sin ninguna trascendencia patológica, ya que el paciente quiere “eliminarlos”.
Y nos daremos cuenta de que ambos tipos de cirugía llevan a cabo relaciones muy diferentes entre el médico/paciente. En un caso de cáncer la prioridad, por supuesto, es salvar la vida del paciente. Dentro del otro, sin embargo, es importante tener muy claro las condiciones y circunstancias objetivas que la intervención quirúrgica va a ofrecer al paciente.
Dentro de la estética, hoy en día el rejuvenecimiento de la cara ocupa el lugar más importante, si nos fijamos en el número de operaciones. Y no hay edad específica para esta cirugía. Desde hace unos años, cada vez son más jóvenes las personas que acuden a estos especialistas “pidiendo la belleza”.
La cirugía de los párpados se conoce como BLEFAROPLASTIA, una operación que consiste en eliminar el exceso de piel acumulada alrededor de los ojos y las bolsitas de grasa. En algunos casos, junto a esto, se realiza una segunda operación (eliminación de las PATAS DE GALLO) para corregir las cejas muy caídas o eliminar las arrugas que se han producido alrededor de los ojos.
La intervención se realiza primero en el párpado superior y posteriormente en el inferior, disimulando los incios en el borde natural del párpado, con la sombra que proporcionan las pestañas. Estas manchas tienden a desaparecer una vez pasados unos meses. Debido al nivel alcanzado en la actualidad por la técnica, los resultados de la operación están a punto de mantenerse a lo largo de toda la vida y normalmente no es necesaria una segunda operación.
Es frecuente que el paciente acuda al médico con una idea concreta y que esta idea o intención no se ajuste a la estética y con las sugerencias que el médico puede realizar, muchas personas se acercan a la consulta solicitando un “lifting” (estiramiento de la piel de la cara), pero tras analizar su problema, el cirujano puede decidir que este caso se solucionará con la rinoplastia.
La RINOPLASTIA (o cirugía plástica nasal) se utiliza habitualmente para mejorar el aspecto estético de la nariz, para remediar la punta, si el ángulo entre la nariz y el labio superior es ligeramente cegado, para mejorar ligeramente o reducir el tamaño. Tras la intervención puede aparecer alguna pequeña molestia (inflamación en los contornos oculares y equívocos, por ejemplo) que en pocos días irán desapareciendo. No conviene realizar movimientos bruscos ni bruscos, pero si no, el paciente retomará su vida normal en poco tiempo.
El Lifting o estiramiento facial es la cirugía más adecuada para solucionar la sensación de calor o flacidez de cara y cuello. La estructura ósea, la textura de la piel y la propia herencia del paciente tienen mucho que ver a la hora de decidir cuánto tiempo durarán los resultados obtenidos.
Es un apartado especial para la mujer. Por la especial incidencia psicológica de la intervención quirúrgica en esta cirugía, independientemente del tipo de cirugía (operaciones de aumento, disminución y/o recogida de mamas).
La operación ampliada es la que se realiza para aumentar la glándula en personas con pequeños pechos. ¿Y cuáles son los que llegan a esta situación? Mujeres a las que se les ha atrofiado el pecho tras los embarazos o que han sufrido una mastectomía (o extirpación de mama) por cáncer de mama.
La intervención consiste en colocar unas prótesis de silicona bajo la glándula mamaria o bajo los músculos del pecho (esta última técnica es preferida por los especialistas). La incisión, que se realiza para la implantación de prótesis, normalmente se realiza en torno a la areola, por lo que las cicatrices son casi imperceptibles y, en cualquier caso, irán desapareciendo en los primeros meses.
Debido a los avances conseguidos en los materiales utilizados en los últimos años, es prácticamente imposible que la silicona gelatinosa interna de las prótesis salga hacia el exterior. La prótesis de hoy tiene la silicona colocada en diferentes láminas, lo que evita accidentes en la vida diaria del paciente.
LIPOSUCCIÓN Cuando hace unos siete u ocho años el cirujano francés Illouz comenzó a experimentar la técnica llamada liposucción, con el reparo o el irrifar de sus compañeros, pocos pensaban que esa técnica tuviera el éxito que ha conseguido hoy en día, ni mucho menos. Sin embargo, la liposucción ha ido evolucionando y modernizándose a lo largo de estos años hasta llegar a ser la operación más demandada por los pacientes con problemas de peso. La operación es sencilla, eficaz y sencilla. Mediante un aspirador a alta presión y a través de una pequeña incisión (a través de una incisión que apenas deja huella) es posible extraer litros y/o dos litros de grasa de partes del cuerpo apiladas (sobre todo cadera, glúteo, muslo, rodilla y abdomen). Hay que decir que esta operación sólo quita grasa. Por tanto, las depresiones o orificios que algunas personas tienen sobre la piel no desaparecen (PIEL DE NARANJA). Las personas más adecuadas para este tipo de intervención son las de piel joven, de gran elasticidad, ya que una vez cocinada o succionada la grasa, la piel se adaptará mejor a la nueva situación. Por el contrario, si la piel ha perdido elasticidad (y esto es normal en las personas mayores) parece más recomendable hacer lipectomía, es decir, extraer junto con la grasa la piel sobrante. Sin embargo, este tipo de intervención tiene una desventaja, dejando después cicatrices o cicatrices. Los riesgos de la liposucción son mínimos: el segundo y tercer día se puede llevar una vida normal, aunque la primera semana después de la operación habrá que llevar un cinturón especial para que la piel se adapte mejor a su nuevo entorno. |