A través de las campañas de publicidad para la prevención de accidentes de tráfico, trataré de mostrar las consecuencias de las lesiones de la columna vertebral conocidas, en base a un trabajo recientemente publicado por los médicos Ditunno y Formal de Filadelfia.
Estados Unidos cuenta en la actualidad con 200.000 pacientes afectados por lesiones medulares, y se prevé que este número aumente debido a los 10.000 nuevos casos que aparecen cada año y a la cada vez mayor supervivencia de estos pacientes. Los principales causantes de las lesiones medulares son accidentes de vehículos (45%), caídas (22%), actos violentos (16%) y accidentes deportivos (13%). El 82% de los afectados por las lesiones medulares son hombres y tienen una edad media de 31 años en el momento del accidente.
Lo primero que hay que saber es que los síntomas y signos típicos que aparecen por ciertas enfermedades varían (los cálculos o piedras renales pueden aparecer sin cólicos, sin tensión en la pared abdominal, trombosis venosa profunda de las extremidades inferiores sin endurecer las manzanas de gamba, etc.). ).
Problemas neurológicos
Estos pacientes necesitan realizar un estudio neurológico periódico, teniendo en cuenta que su estado neurológico puede mejorar tras la salida del hospital. Muchos pacientes van ganando la capacidad funcional de algunos músculos durante los primeros 6 meses y otros de 6 meses a 2 años. No sabemos bien cómo se consigue esta composición muscular, pero algunas de las causas serían la desaparición del edema de la parte lesionada y la aparición de brotes periféricos de los nervios.
Infecciones urinarias
En este tipo de pacientes, la infección de las vías urinarias se ha definido como: invasión de tejidos bacteriuria y reacción de los tejidos resultantes con signos y/o síntomas. La bacteriuria sin síntomas o signos no debe ser tratada y su significado no es nada claro.
Estas infecciones presentan un segundo grado de complicación con un 20% anual. Son los mayores productores de fiebre y escalofríos y pueden provocar sepsis o infección extendida y muerte.
Estas infecciones se deben a la imposibilidad de vaciar la vejiga con normalidad. Si la lesión medular es total, el aparato urinario queda sin contracción de la vejiga controlada por el cerebro y relajación del esfínter. En algunos pacientes la vejiga mantiene un reflejo que provoca la contracción de la vejiga y la expulsión de la orina, pero actuando contra el esfínter no relajado y provocando altas presiones en las vías de orina superiores con riesgo de infecciones y otros daños. En otros pacientes aparece la vejiga flaqucida, que se expulsa cuando la orina se rebosa, pero siempre con una cantidad importante de residuos depositados en la vejiga y con riesgo de infección.
Para mantener el buen funcionamiento de la vejiga pueden ser necesarias cateterizaciones periódicas, es decir, la colocación de sondas para expulsar toda la orina y normalizar la presión de la vejiga. En el peor de los casos se utilizará la cateterización definitiva, en la que se tendrá en cuenta la ingestión de muchos líquidos para la expulsión abundante de orina y la obstrucción de la sonda, el inflado de la vejiga y evitar los traumas provocados por el catéter.
Anualmente se realizarán cambios de vejiga, reflujo vesicoureteral y cistograma de detección de cálculos urinarios y alguna técnica de reconocimiento renal.
Úlceras por presión
Son causantes de muchos problemas con un impacto anual del 23%. Aparecen como consecuencia de la presión ejercida por una zona del cuerpo durante mucho tiempo y la mejor prevención es la alteración frecuente de las posturas del paciente.
Aunque la herida que podemos observar en la piel es pequeña, puede existir una úlcera profunda por dentro, que debe ser cuidadosamente estudiada. Muchas veces hay que retirar bien los bordes y tapar la herida, prohibiendo el peso del cuerpo. Las ulceras grandes, incluso con el mejor tratamiento, sólo se curan a una velocidad de un milímetro por día.
Exageración
Se trata de un reflejo tónico de la contracción muscular que puede deberse a pequeños estímulos de forma variable. Aparece tras la salida del hospital y al año afecta al 75% de los pacientes. En algunos casos se requiere tratamiento y se controla a través de extensiones musculares periódicas y ciertos medicamentos.
Depresión
La mayoría de los pacientes con lesiones medulares carecen de depresión, a pesar de tener mayor propensión al suicidio que en otras personas. En los casos de depresión se debe al aislamiento y al desempleo.
Problemas sociales
El 95% de estos pacientes puede acudir a su domicilio o a una residencia. Aproximadamente la mitad consigue volver al trabajo. Los problemas de pareja son más frecuentes: las separaciones y los problemas entre cónyuges. Aunque tienen menos ganas de vivir en comparación con otras personas, la mayoría de los que llevan años lesionados dicen que tienen buena calidad de vida.
Función sexual
No pierden el deseo sexual. La mayoría de los hombres presentan erecciones reflejas y si la lesión es de zonas bajas de la columna, también pueden conseguir erecciones psicógenas. La potencia sexual puede aumentarse mediante la aplicación de prótesis en el pene. Menor análisis de la sexualidad femenina.
La mayoría mantiene una sexualidad activa. Si la lesión es total, la mayoría de los hombres son estériles, aunque a veces se puede obtener una semilla por electroestimulación. En las mujeres al principio se pierde la regla, pero después vuelve a aparecer y pueden quedar embarazadas.
Influencia de la edad
La esperanza de supervivencia de estos pacientes es menor que la de otras personas, pero cada vez es más larga. A medida que se avanza en la prevención y tratamiento de infecciones urinarias, úlceras por presión y infecciones respiratorias, los resultados irán mejorando.
Por lo tanto, las lesiones de la médula espinal pueden provocar complicaciones y en algunos casos pueden ser difíciles de nadar. Serán pacientes muy cuidados y necesitarán la ayuda de la familia y los sanitarios. Las Asociaciones formadas por afectados por estas lesiones son muy útiles para conseguir una buena calidad de vida.