El Abra de Bilbao

Kortabitarte Egiguren, Irati

Elhuyar Zientzia

Los ríos no son sólo cauces, son ecosistemas de gran valor. Y cualquier actuación en la cuenca se refleja en el río. Por tanto, muchas actividades humanas tienen una gran influencia en estos ecosistemas.

El Nerbioi-Ibaizabal desemboca en el Abra de Bilbao. Es una bahía de aproximadamente 23 km 2. Sin embargo, en esta zona existe una alta densidad de usos urbanos, industriales y de servicios.

Estos usos han alterado en gran medida todo el ecosistema fluvial, es decir, la actividad humana. Esto se debe principalmente a que el medio abiótico sufre un exceso de materia orgánica, escasez de oxígeno, grandes acumulaciones de sedimentos, fuerte turbidez del agua y toxicidad del medio, entre otros.

Bifurcaria bifurcata.

Además del medio abiótico, en el Abra se han reflejado las consecuencias de las actividades humanas en la comunidad biológica. La desaparición de especies estructurantes, la proliferación de especies oportunistas, el desequilibrio de flora y fauna y la disminución de la riqueza de especies. De hecho, las aguas residuales procedentes de industrias y/o hogares presentan concentraciones ingentes de materia orgánica, generalmente superiores a 100 mg/l de carbono orgánico.

Codium decorticatum.

La bahía del Abra de Bilbao se convirtió en una de las zonas más contaminadas de Europa. Por ello, hace 20 años se puso en marcha un plan integral de saneamiento con el apoyo del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y en relación con el mismo se comenzaron a realizar los primeros estudios en torno a la bahía del Abra en Bilbao. Las investigaciones han continuado a lo largo del plan con el objetivo de comparar la situación inicial y futura.

Desarrollo de la investigación

Cladophora pellucida.

Todas ellas y más se han reunido en los últimos veinte años en torno a la bahía bilbaína del Abra. La investigación biológica se inició en 1984. El grupo de investigación Bentos de la UPV ha investigado la fauna y flora bentónica de la bahía bilbaína del Abra en los últimos veinte años. Estos organismos, a diferencia de los peces, viven en las rocas, por lo que son un buen indicador para medir los cambios en la calidad del agua. La contaminación produce numerosos cambios en la estructuración de las especies, es decir, la sustitución de especies no capaces de soportar una contaminación excesiva por otras, etc.

Gelidium sesquipedale.

Sin embargo, la contaminación reduce el número de especies y la relación entre flora y fauna. La desaparición de la flora conlleva la desaparición de la fauna directamente relacionada con ella. Por ejemplo, la especie de alga Cladophora pellucida prefiere aguas alimentadas, las aguas alimentadas por Codium decorticatum, las aguas moderadas por el alimento, las aguas limpias por Bifurcaria bifurcata y las aguas muy limpias por Gelidium sesquipedale.

Actinothoe sphyrodet.

El estudio biológico de la bahía del Abra en Bilbao se ha realizado desde 15 observatorios, ocho intermareales y siete submareales. El seguimiento de la investigación se realizó cada cuatro años desde 1984 hasta 1996. Pero como los cambios eran tan numerosos, entre 1996 y 2004 comenzaron a realizarse cada dos años.

Para realizar las mediciones se han analizado diferentes niveles o capas en las zonas intermareales, 3 o 4 capas aproximadamente. Se han realizado cinco tomas de muestras de 50 x 50 cm en cada capa y se ha realizado un inventario de flora y fauna.

Mitylus galloprovincialis.

En las zonas submareales, por el contrario, se ha realizado el estudio por corte, es decir, mediante la unión de una pieza de plomo al extremo de una cuerda y la toma de una muestra cada 3 metros. En total, en cada estación o observatorio se han realizado aproximadamente 34 inventarios.

Posteriormente, se ha realizado una identificación en laboratorio de todos estos especímenes y datos. También el estudio o análisis estadístico de las diferencias temporales y espaciales.

Patella spp.

Y de este estudio cabe destacar, por un lado, el espectacular auge de la biodiversidad en la bahía bilbaína del Abra. En todas las estaciones, tanto las especies animales como vegetales han aumentado considerablemente. El ecosistema es cada vez más complejo. Por otro lado, cabe destacar que la vegetación submareal de todas las estaciones ha aumentado considerablemente. Por ejemplo, la estación de Arrigunaga en 1984 era un desierto con una cobertura del 0,5%. En 2004, sin embargo, los fondos de los ríos estaban cubiertos de algas.

Parece, por tanto, que poco a poco la Bahía del Abra de Bilbao va pasando de ser una alcantarilla de la civilización a una bahía limpia.

Meñakoz

En 1984 la vegetación sufrió un gran estrés, lo que redujo considerablemente el grado de diversidad de las especies, ya que las aguas de los ríos estaban muy contaminadas.

A partir de 1996 apareció Stypocaulon scoparium. ¿Y qué tiene especial? Bueno, esta especie no puede vivir en ambientes con altos niveles de contaminación, es sensible a la contaminación. Parece, por tanto, que a partir de 1996 los niveles de contaminación disminuyeron. Junto a esta especie, en 2002 han aparecido otras algas sensibles a la contaminación, el obtusa Laurencia y el Chondracanthus acicularis.

También se ha observado una mejora notable en los fondos de los ríos al encontrar algas de gran tamaño como Codium y Saccorhiza. Por tanto, poco a poco va tomando forma de una costa sin contaminación.

Arrigunaga

En 1984 la zona intermareal (figura derecha) apenas presenta flora y fauna. Había abundantes sedimentos y las aguas estaban muy contaminadas, es decir, el grado de toxicidad de las aguas era elevado.

En 1998, coincidiendo con la proliferación de cirrípedos ( Chthamalus ) y la entrada de algas calcáreas ( Corallina elongata ), se produjo una mejora notable.

Entre 2002 y 2004 se observa un ligero retroceso en esta zona.

En 1984 la zona submareal (figuras de la izquierda) era prácticamente nula, sin vegetación y las rocas estaban cubiertas por sedimentos procedentes de la ría. En cuanto a la fauna, sólo había anémonas ( Actinothoe ).

En 1992 se redujo el grado de contaminación de las aguas y las algas comienzan a colonizar los fondos fluviales. En el año 2002 se alcanzó un alto nivel de cobertura, pero en el año 2004 se produjo un nuevo declive.

Sin embargo, se puede decir que la diversidad se ha extendido de forma continuada.

Azkorri (zona intermareal)

Al igual que en Sopelana y Barrika, en Azkorri también se han producido cambios significativos.

En 1984 la zona se encontraba muy degradada, con niveles de contaminación muy elevados. Desde entonces, la situación del medio ha mejorado notablemente.

Por ejemplo, en 1996 los cirrípedos ( Chthamalus ) se multiplicaron espectacularmente. Esta mejora se vio acompañada de algas calcáreas y otras especies sensibles a la contaminación.

Las Arenas (zona intermareal)

En 1984 era una zona sin fauna, cuyas rocas eran rocas cubiertas de limos y sedimentos abundantes.

Desde 1996 existen numerosos organismos filtrantes como mejillones ( Mytillus ) y cirrípedos ( Balanus y Chthamalus ). Todos ellos toman del agua los alimentos que necesitan. Por lo tanto, cuanto más alimento contiene el agua, más abundan estas especies.

La flora alga también ha tenido un gran desarrollo. Recientemente ha aparecido la especie de algas Caulacanthus ustulatus. En relación con todo ello, la calidad de las aguas de la zona ha mejorado notablemente, lo que ha permitido el marisqueo.

Barrika

En las cercanías de la bahía de Plentzia la vegetación ha ido cambiando. Por un lado, aparecen algas de gran tamaño ( Sccorhiza, Codium ) y por otro, especies de algas más comunes en aguas limpias ( Bifurcaria bifurcata, Stypocaulon scoparium ). Con la aparición de estas nuevas especies, algunas de las zonas contaminadas como Cladophora han ido desapareciendo.

En los fondos fluviales también se ha producido un importante aumento de la diversidad y de la cobertura vegetal. El impacto ambiental de esta zona se produjo en 1998.

Covarón
(estación de referencia)

Estación de control o estación de referencia en la ría del Abra de Bilbao. Se trata de una zona de aguas limpias, por lo que es un lugar idóneo para el estudio de los cambios naturales. De hecho, cualquier cambio que se produzca en Kobaron puede considerarse natural. Y al revés, si no aparece ninguna huella en Kobaron, el impacto es local.

Fotos: Grupo de investigadores Bentos de la UPV.

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