Hace un par de años, una prestigiosa revista médica, British Medical Journal, publicó un artículo sobre un medicamento para evitar ataques cardíacos y enfermedades del aparato circulatorio. Los autores proponían un tratamiento para prevenir estas patologías, el Polypill. Contiene una serie de fármacos contra los agentes causantes de estas enfermedades, de ahí el nombre de “polipilula”.
Según los autores, si hombres y mujeres mayores de 55 años tomaran Polypill, se reduciría en un 80% el riesgo de sufrir ataques cardíacos y patologías del aparato circulatorio. Para anunciarlo se realizaron 750 estudios con 400.000 personas. Los resultados fueron muy satisfactorios, por un lado porque demostraron que era realmente eficaz y, por otro, porque los efectos secundarios no eran muy graves. Hay que tener en cuenta que Polypill es un tratamiento preventivo por lo que las dosis son bajas y por ello no produce efectos secundarios significativos.
Además, los componentes de Polypill ya se utilizan, por lo que son muy conocidos para los médicos y para muchos pacientes. Por ejemplo, uno de ellos está completamente extendido, es ácido acetilsalicílico, aspirina. Las otras cinco son el ácido fólico o la vitamina B9, un medicamento para reducir el colesterol en sangre y tres medicamentos que reducen la presión sanguínea.
Sin embargo, se necesita más tiempo para saber si perjudican durante mucho tiempo y si se consumen juntos, sobre todo porque a partir de cierta edad todos proponían tomarlos. Una de las críticas que se le ha hecho es que para conseguir los resultados que anuncian debería haber sido tomada por toda la población de esa edad.
Esto puede ser peligroso, ya que con el tiempo pueden aparecer efectos secundarios no detectados en la investigación, sobre todo en grupos de población. Por otro lado, la extensión del tratamiento a todos sería muy costosa.
A pesar de la crítica, Polypill no tuvo en general mala acogida. Sin embargo, los investigadores continuaron buscando un sustituto y en diciembre de 2004, en la misma revista que publicaron Polypill, un grupo holandés propuso una alternativa: Polymeal. Es decir, en el lugar de la `polipilula´, la `polijana´.
Al igual que Polypill incluye seis medicamentos, Polymeal es una combinación de alimentos beneficiosos para el corazón y la circulación sanguínea. Hay que tener en cuenta que la alimentación influye directamente en estas enfermedades. Así pues, los ingredientes de la Polymea son: vino tinto, pescado, chocolate negro, frutas y verduras, ajo y almendras. Según los investigadores, el menú que proponen es mucho más seguro y agradable que el cóctel de medicamentos, y es casi tan eficaz como el otro. Parece que el menú curativo reduce en un 70% el riesgo de padecer enfermedades del aparato circulatorio.
Para la selección de los componentes se han consultado estudios publicados previamente y han comprobado que los beneficios de cada elemento del menú están bien demostrados. Después, las proporciones les suman y miden su efecto asociado.
En el estudio participaron 5.209 voluntarios, tanto hombres como mujeres, unos sanos y otros con patologías cardiovasculares. La cantidad de cada elemento, la ausencia de uno u otro, han tenido en cuenta a todos los agentes y han concluido que el menú es muy beneficioso.
Por ejemplo, si se toma más de cada componente los resultados no mejoran, si se toma menos el menú es menos eficiente. Aunque falta algún componente, la eficiencia disminuye considerablemente. De hecho, lo peor es que se retira el vino; sin vino la eficiencia baja del 76% al 65%. Si se eliminan los otros componentes, no se nota tanto, aunque siempre disminuye ligeramente.
A su vez, la esperanza de vida se alarga: la esperanza de vida media de los hombres aumenta en más de 6 años; los hombres sanos que toman Polymeal vivirían 9 años más y los que padecen alguna enfermedad del aparato circulatorio 2,4 años más. En las mujeres también se aprecia el beneficio, pero no es tan evidente.
En cuanto a los efectos secundarios, Polymeal apenas tiene efectos nocivos. En todo caso, a algunos no les gustaba el olor del ajo, y otros comentaron que el estómago era dañado, pero no lo demostraron. También hubo algún caso de alergia. En caso contrario, los investigadores reivindican que Polymeal es tan eficiente como seguro. Aunque admiten que Polypill es aún más eficaz, apuestan por Polymeal como el mejor sustituto.
Sin embargo, Polymeal también tiene aspectos menos positivos. Por un lado, se responsabiliza diariamente de que estos alimentos se tomen en la proporción que se les indique. Y hay muchos ejemplos que demuestran lo difícil que es cambiar de vida y de hábitos para la gente, incluso cuando la salud y la calidad de vida están en juego. Por otro lado, los alimentos que componen Polymeal no son especialmente baratos. Por tanto, el mantenimiento de este tratamiento puede resultar demasiado caro para muchos.
En EE.UU. se han realizado diversas investigaciones que relacionan el nivel económico y la salud. Parece que la dieta de las personas de bajo nivel cultural y económico no es beneficiosa para la salud. Parece que la comida sana es demasiado cara para ellos; es más barata una hamburguesa que venden en cualquier rincón que los ingredientes para una sencilla ensalada. En consecuencia, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares son más abundantes que entre los ricos.
Por todo ello, no parece que Polymeal tenga muchas posibilidades de triunfar. Así, muchos ponen la esperanza en la ciencia y la tecnología y esperan una solución maravillosa. Tal vez ese milagro no sea imposible.
En la misma época en la que se presentó Polymeal, un investigador sueco propuso una vacuna para evitar problemas cardiovasculares en el congreso británico sobre genética de estas enfermedades.
La mayoría de los problemas del aparato circulatorio provienen de placas que se forman en los vasos sanguíneos. Estas placas cierran progresivamente el vaso sanguíneo, a la vez que el tejido del vaso aumenta, dificultando la circulación sanguínea. Al final es posible que el tubo se obstruya totalmente y la sangre no puede llegar a los músculos y órganos. Así ocurren los infartos y infartos.
Hace diez años este investigador, viendo que el sistema inmune y la lipoproteínas LDL son la clave en la formación de la arteriosclerosis, introdujo a los ratones una LDL oxidada en sangre. Como la LDL oxidada es el componente principal de las placas, el investigador esperaba que los ratones tengan más arteriosclerosis. Pero estaba equivocado.
De ahí nació la idea de crear una vacuna contra la arteriosclerosis. Al parecer, la introducción en la sangre de fragmentos de LDL oxidado produce una respuesta del sistema inmune. De esta forma se evita la creación de placas y además desaparece el 70% de las placas existentes. Parece que se puede administrar como vacuna: una sola punción y protección para toda la vida. Eso es lo que se está investigando ahora. El proyecto, llevado a cabo por la compañía sueca Bio>, está previsto que en el plazo de dos años comience a ser probado en humanos. ¿Hay voluntarios?