Antes de empezar a explicar qué son las varices es necesario aclarar algunos conceptos. Empecemos por tanto a ver las diferencias entre la arteria y la vena. Las arterias son tubos que llevan sangre del corazón a los tejidos de todo el cuerpo. Los benes, sin embargo, devuelven sangre al corazón de los tejidos del cuerpo.
También es importante tener clara la idea de que las arterias no se unen entre sí. No en condiciones normales. Entre ambos hay capilares.
Por lo tanto, para aclarar más las ideas: las arterias llevan sangre limpia a todos los tejidos de nuestro cuerpo, que se reparten en capillas y cuando se recojan se forman las venas. Como la pared de las capillas es muy fina, en ella la sangre dejará O 2 y alimentos y recibirá CO 2 y residuos de las células de los distintos tejidos, haciendo que la sangre limpia se ensucie. Esta sangre sucia irá a través de las venas a los pulmones tras pasar por el corazón, dejando allí O 2 y el CO 2 que lleva.
Aunque anticipemos las ideas, digamos que las varices son una verdadera enfermedad. Además, con mayor precisión, normalmente se trata de una enfermedad venosa de la pierna. La consecuencia de esta enfermedad es que los venenos no cumplan correctamente su función, es decir, que no transporten la sangre al corazón de forma adecuada acumulándola en las piernas.
Antes de avanzar tenemos que aclarar otra idea, otra idea que hay que entender por los deseos de dominar el tema.
En nuestras piernas hay dos sistemas venosos: el superficial y el profundo.
Además, el sistema venoso superficial está formado por dos venas principales:
Safena interna: Se forma en el interior del tobillo y sube por el interior de la pierna hasta el muslo, donde se suma el sistema a fondo.
Safena externa: Se forma en la parte exterior del tobillo y se eleva desde la parte posterior de la pierna hasta el vacío poplíteo (hueco trasero de la rodilla), donde se suma el sistema a la profundidad.
El sistema venoso profundo, como su nombre indica, recorre su camino desde la profundidad (es decir, el músculo), pasando toda la pierna por su camino.
Por tanto, las varices que vemos son las producidas por las venas del sistema superficial. Esto no significa que no aparezcan en un sistema profundo, sino que, aunque nosotros los notemos, no los veremos.
¿Qué impulsa la sangre a moverse por estos tubos? En el caso de las arterias la respuesta es sencilla: La fuerza o presión que ejerce el latido del corazón. Pero en el caso de los reales, la cosa no es tan sencilla, ya que hay factores que son importantes:
Está claro que cualquier cosa que impida alguno de estos cuatro factores puede llegar a torcer las varices, ya que hará que la sangre se acumule en las piernas.
Después de estas explicaciones generales básicas, vamos a ver qué son realmente las varices y a saber algo más de ellas.
Una vena, para que sea considerada como una variz, debe aparecer extendida, estirada y ondulada.
Por otro lado, decir que la patología es muy abundante, no será desconocida para nadie. Normalmente aparecen en torno a la edad de 18 a 30 años, con la siguiente distribución: 30% en hombres y 45% en mujeres.
Parece que una de las causas de mayor aparición en las mujeres es el embarazo.
Llegados a este punto es necesario realizar una clasificación de las varices. Como veremos, existen varios tipos: primarios, sucesores de la tromboflebitis, descendientes de la fístula arterio-venosa, por la barrera del sistema profundo.
Aquí el daño sería congénito. El sistema valvular anteriormente mencionado no cumpliría bien con su trabajo, por lo que la sangre, en lugar de ir al corazón, iría hacia atrás. Además, la sangre pasaría de un sistema profundo a otro superficial y sus venas se expandirían.
Pero, ¿por qué no nacen o aparecen en personas más jóvenes?. Parece que en los jóvenes este daño se compensa con el trabajo que realizan los músculos. Además, una persona adulta ha pasado muchas horas de pie, ha tenido embarazos, etc...
Sin entrar en el estudio de lo que es la tromboflebitis, dejaremos dicho que es una coagulación intravascular que dificulta el sistema profundo. Al no poder circular la sangre en un sistema profundo pasará por el sistema superficial. Por lo tanto, está claro que en este caso no podremos eliminar los venenos que componen el sistema superficial. Si no, la sangre no encontraría una vía para volver al corazón y se acumularía en las piernas.
Antes hemos mencionado que entre las arterias y las venas aparecen capilares. Si por cualquier motivo se produce un cortocircuito sin pasar por estos capilares, la sangre llegará a la vena a alta presión, extendiendo ésta.
Si en cualquier circunstancia se dificulta la circulación de este sistema, la sangre circulará por el sistema superficial.
Los obstáculos pueden ser de varios tipos: Unión de venas en una operación quirúrgica, un tumor que presiona las venas, consistencia...
Los signos principales son muy claros, por lo general el mismo paciente lleva un diagnóstico.
El primer signo es la extensión ondulada de las venas. A continuación se observan las patas pesadas y el cansancio, que se agudizan con la posición de pie y mejoran con la presencia de aratinas (tumbado boca arriba), sobre todo con las piernas.
Con el paso del tiempo, la dilatación aumentará, aparecerán edemas, cianosis, pigmentación y ulceraciones.
Las molestias aumentan el calor y, por supuesto, el embarazo.
¿Pero cuál es el problema de las varices? ¿Es sólo estético? Además de los problemas estéticos que presentan las varices, existen otros peligros, entre los que destacan tres.
Sangrado: La pared de la variz es menos robusta que la de los otros tubos. Por lo tanto, se rompen fácilmente sin ningún golpe o con golpes muy pequeños.
Tromboflebitis: En estos extraños conductos la sangre se cuece más fácilmente.
Embolia pulmonar: Estos trombos que se han creado anteriormente pueden pasar por la vena cava hasta los pulmones. Allí quedará en un tubo más fino sin dejar pasar sangre. La conclusión es que no es nada buena. Sin embargo, esta complicación es muy rara.
Antes de comenzar con el tratamiento, veamos qué medidas se pueden adoptar para retrasar su evolución:
Pero cuando han aparecido, ¿qué hacer? A pesar de los diferentes tratamientos, es muy importante recalcar que sin asegurar que el sistema es exhaustivamente permeable, nunca se eliminarán las varices.
Las técnicas más utilizadas son:
Striping: En pocas palabras, consiste en meter una varilla dentro de la vena y expulsar la vena a través de ella.
Eliminación de sustancias esclerosantes introducidas en el interior de la vena.
Técnica combinada: Sería la suma de las dos anteriores.
También pueden ser eliminados quirúrgicamente uno a uno.
Hay otros, pero nos parece suficiente conocerlos.
Esto es, en pocas palabras, lo que podemos expresar sobradamente sobre la génesis y evolución de las varices. En beneficio de nuestra salud, a todos nos conviene tener en cuenta este problema.