Según algunos estudios, el 62% de las personas que se dedican a la enseñanza tienen problemas de voz y la mayoría, el 42%, tienen disfonía funcional, es decir, no utilizan adecuadamente la voz. El equipo docente es el que más bajas recibe por problemas de voz.
En general, aproximadamente el 5% de la población española tiene problemas de voz. La mayoría de los problemas de voz se producen entre los 25 y los 45 años y son más frecuentes entre las mujeres que entre los hombres. El tamaño y la ubicación de la laringe varía según el sexo. La laringe femenina es menor que la masculina, por lo que sus cuerdas vocales también son más pequeñas. Por lo tanto, en general, se producen más lesiones en las cuerdas vocales debido al uso indebido de la voz o a la excesiva violación de la voz. Es más, cuando esos usos inadecuados se convierten en costumbres.
A pesar de ser un problema que afecta sobre todo a los adultos, en los niños también se han puesto de manifiesto los daños que el uso inadecuado de la voz provoca en los últimos años. Las estadísticas destacan que entre el 40 y el 60% de los niños tienen problemas de voz. A los 6-8 años y en la pubertad son los que más se dan, y los chicos tienen más que las chicas. Antes de la pubertad, las dimensiones y la localización de la laringe son iguales en ambos sexos. Sin embargo, en general, el experto de la Clínica Universitaria de Navarra Secundino Fernández explica que el aparato fonatorio de los chicos es más hiperfuncional que el de las chicas. Y es que en las relaciones entre amigos, en los juegos, etc. los chicos obligan más a los órganos de fonación. Tanto en niños como en adultos, la disfonía puede deberse a un problema anatómico de la laringe o a una disfunción de un órgano fonatorio. Las patologías más frecuentes son los nódulos.
En la mayoría de los casos, la disfonía se debe al mal uso de la voz, es decir, al mal uso o forzamiento de la voz. Hablar demasiado o con una fuerza y tono inadecuados, gritar, toser, cantar con una técnica inadecuada, respirar polvo o humo de tabaco... En estos casos no hay lesión anatómica en los órganos de fonación.
Sin embargo, las disfonías orgánicas se basan en lesiones de órganos fonatorios, generalmente nódulos y pólipos. Sin embargo, también pueden producirse disfonías por causas traumáticas, tanto por motivos audiogénicos (por mala escucha) como por motivos psicogénicos.
Existen tres vías principales de tratamiento de disfonías: medicamentos, rehabilitación y cirugía. Muchas veces es suficiente con la rehabilitación para curar una disfonía, corrigiendo nuestros malos hábitos de uso de la voz: utilizar técnicas de relajación de la laringe, trabajar la coordinación respiratoria, sonora y vocal, utilizar todos los medios fonatorios del paciente --especialmente el aire de los pulmones, que es el que proporciona la energía básica para la creación de la voz. Estas técnicas se aplican en el caso de los nódulos recién creados, pero no en los antiguos. En ellos, la microcirugía es necesaria antes de iniciar la rehabilitación para evitar que los nódulos vuelvan a salir. La microcirugía apenas presenta problemas y se curan el 98% de los casos. La cirugía es también muy útil cuando hay problemas con el grosor de las cuerdas vocales o malformaciones congénitas.
En los últimos años se ha avanzado notablemente en los medios utilizados para diagnosticar y tratar las patologías de la voz. Actualmente se conoce mejor la anatomía de las cuerdas vocales y la fisiopatología relacionada con la vibración de las cuerdas, lo que permite establecer mejores diagnósticos y tratamientos más adecuados.
En cuanto al diagnóstico, los estroboscopios actuales y los equipos de reconocimiento de voz ofrecen unas posibilidades excepcionales, según Fernández. "El estroboscopio permite ver en cámara lenta la vibración de las cuerdas vocales. Las más recientes tienen una mejor iluminación y permiten la digitalización de la señal. Crean imágenes de calidad. Por otro lado, la aplicación de tecnología informática ha supuesto un gran avance en el análisis de voz. De hecho, gracias a esta tecnología, una vez grabada y digitalizada la voz del paciente, se puede medir cualquier irregularidad o ruido (aire que se escapa de las cuerdas vocales) que pueda existir durante la vibración de las cuerdas vocales", ha añadido el experto en otorrinolaringología de la Universidad de Navarra.
Asimismo, se han introducido mejoras significativas en el campo de los procesos operatorios para la resolución de problemas de voz. Gracias a ellos, las lesiones ligeras de las cuerdas vocales pueden ser tratadas con cuidado y precisión, así como la corrección de posibles defectos derivados de tratamientos oncológicos o problemas neurológicos.
Fernández ha destacado el uso de nuevos láseres para tratar enfermedades o displasias producidas por el virus en las cuerdas vocales, la técnica quirúrgica para solucionar problemas relacionados con la parálisis laríngea, el desarrollo y aplicación de procesos de intervención en cuerdas vocales sin anestesia general, etc.
Por otro lado, han desarrollado procesos logopédicos basados en la fisiología del aparato fonatorio. Con ellas es posible que se eviten problemas de voz en personas con riesgo.
Desde hace años se han creado laboratorios de voz. Estos laboratorios miden las características acústicas (frecuencias, armónicos, intensidad...) y aerodinámicas (resistencia de la laringe, etc.) de la voz y de los problemas de voz. Estas medidas permiten cuantificar el grado de lesión y comprobar de forma objetiva y automática si la voz ha mejorado o empeorado. Además, el análisis aerodinámico de la voz ayuda mucho a realizar un diagnóstico preciso.
Además de conocer cómo es la voz, es imprescindible investigar los mecanismos de su creación y en qué zona del aparato fonatorio se produce la disfonía. Según el experto de la Clínica Universitaria de Navarra, "es importante tomar y cuantificar la enfermedad de forma objetiva. Para ello, es necesario disponer de técnicas concretas que permitan registrar las características fisiológicas y que permitan a expertos profesionales interpretar estos resultados y aplicarlos en sesiones clínicas”. Además, en muchos casos, las técnicas utilizadas en estos laboratorios de voz pueden ayudar no sólo al diagnóstico de enfermedades, sino también al tratamiento.
La verdad es que en España no hay muchos laboratorios de voz. A menudo se encuentran dentro de un departamento universitario o de grupos de investigadores encargados de investigar las alteraciones de la voz. El laboratorio de voz de la Universidad de Navarra tiene una trayectoria de más de 15 años. Otros laboratorios de este tipo se encuentran en Oviedo, Barcelona, Madrid y Alcalá de Henares.
"La Comisión de Foniatría de la Organización Española de Otorrinolaringología y los laboratorios de voz están haciendo un esfuerzo especial en los últimos años en la formación de especialistas en esta materia y en la importancia de este apartado de la medicina", ha añadido la especialista de la Universidad de Navarra. Y es que aunque para algunos es una herramienta de trabajo diaria, la voz ofrece una forma de comunicarnos para todos.
Según los expertos, hablar conscientemente de forma adecuada a menudo es la clave para solucionar los problemas de voz, pero muchas veces es difícil dar solución a los malos hábitos adquiridos. Es un buen ejercicio, además de pensar bien lo que decimos, reflexionar sobre cómo las decimos, ¡prueba!