La voz del malle Uzuri Albizu es muy conocida para muchos alaveses, ya que es locutor de la radio Hala Bedi. Estitxu Villamor colabora con Lomas y en sus sesiones se aprecia claramente la visión feminista y el espíritu crítico. Además, siendo uno matemático y el otro físico, también se dedican a la ciencia.
Según Albizu, desde muy joven le ha gustado la ciencia, pero también le han gustado otras cuestiones: “De hecho, me tocaba bien en todas las asignaturas, y las disciplinas de las letras me parecían atractivas. Pero en ciencias también tenía muy buenos resultados, y en esos casos se tiende a empujar a las ciencias. Además, un amigo cinco años mayor que yo hizo matemáticas y estaba muy a gusto. Así que yo también elegí matemáticas”.
Los primeros años se le hicieron muy duros, pero luego se dio la medida a la carrera y con algunos profesores también se mostró muy a gusto. “Nos cuidaban mucho y eso no es muy habitual en la universidad”, ha recordado Albizu.
Sin embargo, en los dos últimos años le costó aceptar la abstracción de las matemáticas. “Estaba en los movimientos sociales y me hacía pesada la desconexión de las matemáticas con esta realidad. Así que cuando acabé la carrera decidí tomarme un año. Con mi trabajo me ahorré un poco de dinero y al final decidí especializarme en la didáctica de las matemáticas”.
Cursó el Máster en Didáctica en Granada y, a continuación, el Máster en Enseñanza Secundaria, donde comenzó a conocer algunas de las corrientes de interés en la educación de las matemáticas: matemática crítica, etnomatemática… Así, el trabajo fin de máster se centró en la etnomatemática.
Explica que la etnomatemática considera la matemática como un constructo social, y de ahí también trabaja la educación. “No enseñar las matemáticas como si fuera una verdad, o algo totalmente desconectado de la sociedad, sino como algo más cercano a la actividad humana. Ese es el punto de partida, y enseñar lo local”.
Cursando el Máster en Enseñanza Secundaria, comenzó a enseñar matemáticas, primero en la ikastola San Fermín y luego en la Facultad de Educación y Deporte. Dice que es un gran reto enseñar matemáticas a quienes están estudiando el grado de Educación Primaria, ya que luego esos alumnos serán profesores de los niños y ellos también tendrán que enseñar matemáticas, entre otros muchos contenidos: “Les transmitirán el amor, la frustración o lo que sea que sienten por las matemáticas, por lo que para mí es un reto para que les guste las matemáticas”.
Con visión feminista
La realización del Máster en Investigación Feminista y de Género también ha creído que le ha proporcionado una nueva visión. “El feminismo, a nivel personal, me ha dado para entender cómo ha sido mi trayectoria en matemáticas; me he dado cuenta de hasta qué punto mi género ha condicionado mi experiencia de carrera, por ejemplo, mis inseguridades y miedos estaban vinculados al género. Además, me ha dado la oportunidad de hacer la didáctica de las matemáticas de una manera diferente: basarme en la cooperación en lugar de impulsar la competitividad; reivindicar la horizontalidad interdisciplinar; romper jerarquías…”
Al contrario, cree que las matemáticas y las ciencias son beneficiosas para el feminismo, ya que en la sociedad actual es imprescindible estar científicamente alfabetizado. “El método científico nos proporciona herramientas para comprender la realidad, y para revolucionarla necesitamos conocerla. En definitiva, la ciencia es poder, las feministas no podemos olvidarnos”.
Nacido en Munitibar en 1989. Tras licenciarse en Matemáticas, cursó el Máster en Didáctica de las Matemáticas y el Máster en Enseñanza Secundaria. A continuación realizó otro máster: Estudios Feministas y de Género. Desde 2016 es profesor de matemáticas en la Facultad de Educación y Deporte del Campus de Vitoria-Gasteiz de la UPV/EHU y desde 2018 está realizando su tesis en el programa de doctorado de Estudios Feministas y de Género de la UPV/EHU sobre educación matemática.