“Cuando me dieron la oportunidad de hacer la tesis, no pensé mucho”
Itxaso Parola Domingo ha disfrutado de la ciencia desde muy joven. Dice que en el bachillerato se desenvolvía muy bien en matemáticas, física, etc. Por lo tanto, cuando le llegó el momento de elegir los estudios universitarios, no tuvo demasiadas dudas para acceder a la Ingeniería: “No me gustan las ciencias de la salud, quería algo más técnico. Al final elegí Ingeniería de Telecomunicaciones porque tiene de todo: matemáticas, física, electrónica, telemática, informática…”
La suya fue la última promoción anterior a la implantación del plan Bolonia. Recuerda que en la rama de euskera eran muy pocos, unos 10 y que en algunos años eran una sola chica. “Es el mismo porcentaje que se da entre chicos y chicas en grandes grupos de ingeniería, pero como éramos tan pocos, no se adecuó ninguna otra niña. Eso sí, no tuve ningún problema por ser la única”.
En el último año cursó la asignatura de Comunicaciones Ópticas, que le pareció “bastante interesante”. Así, solicitó que el proyecto de fin de carrera se realizara en este campo, concretamente en el grupo de Fotónica Aplicada. “Allí empecé con el proyecto y me gustó mucho. Así que cuando terminé el proyecto me dieron la oportunidad de hacer la tesis, no pensé mucho”.
Así empezó a hacer la tesis. Ahora ya tiene redactada la tesis y en breve tiene su presentación. Está satisfecho con el camino recorrido, aunque confiesa que es largo y a veces duro: “Terminas la carrera y pasas otros tres o cuatro años con la tesis, mientras ves que tus amigos ya están trabajando y tú estás con una beca. Pero, en general, la experiencia ha sido positiva”.
Con la intención de seguir investigando
En su opinión, también ha sido enriquecedor personalmente: “Por un lado he conocido a mucha gente y, por otro, he aprendido a escribir artículos, a dar conferencias, etc.”
Desde el punto de vista de la investigación, considera que ha adquirido una amplia experiencia, especialmente en el campo de la Fotónica. De hecho, ha conseguido una nueva fibra óptica dopada de polímero que actúa como un concentrador solar luminescente, barato y eficiente.
Considera un resultado esperanzador y desearía continuar con él, “si no es en Bilbao, en otro lugar”. De hecho, cree que la fibra óptica que ha desarrollado puede tener futuro, “pero para seguir investigando hay que conseguir financiación”. Tiene la posibilidad de ir a la Universidad Braunschweig (proyecto desarrollado en colaboración con ellos), pero sólo sería para nueve meses y prefiere mirar otras opciones. “En cualquier caso, me gustaría seguir investigando en este campo”, ha asegurado.
Itxaso Parola nació en Plentzia en 1991. Estudió ingeniería de telecomunicaciones y actualmente está finalizando su tesis doctoral en Fotónica en la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV. En su tesis ha estudiado fibras ópticas especiales de polímero para aplicaciones como concentrador solar. Ha realizado dos estancias de investigación en la Universidad Técnica Braunschweig de Alemania.
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