"Me parece muy importante incorporar la ciencia básica al enfoque global"

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Ed. Irati Rodilla Ojeda

Irati Rodilla Ojeda se graduó en Fisioterapia, pero a pesar de estar trabajando no trata a los pacientes sino que se doctoran en Farmacología. Dice que lo que se está haciendo ahora es totalmente complementario a lo aprendido anteriormente, ya que se está investigando para mejorar la eficacia y la tolerancia de los opioides contra el dolor.

En el Bachillerato se puso en marcha el camino que le lleva: “Tenía claro que quería hacer algo de ciencias de la salud, pero no Medicina, otra cosa”. Así, tras cursar el bachillerato biosanitario y antes de acceder a la universidad, cursó dos años como técnico del laboratorio de Diagnóstico clínico. A principios del segundo año se implantó el grado de Fisioterapia en la UPV-EHU, en Leioa, y al finalizar decidió trasladarse.

“Cuando terminé el bachillerato no se me ocurrió ni se me ocurrió hacer Fisioterapia, probablemente porque tenía que ir fuera, pero estando allí me animé. No es la vía habitual, ya que supone pasar del laboratorio a los pacientes a tratar directamente, pero lo hice muy a gusto”, reconoce Rodilla.

Y como no se le ocurrió elegir Fisioterapia en el bachillerato, al iniciar los estudios de grado nunca pensó que hubiera hecho una tesis. “Sin embargo, entre el primer y el segundo curso conocí a un profesor de grado que estaba realizando su tesis en un grupo de Farmacología, precisamente en el mismo grupo en el que yo estoy ahora”.

Explica que este equipo investiga analgésicos opioides: “Los opiodes son analgésicos muy buenos pero producen tolerancia, dependencia y adicción. Empecé a ayudar al profesor en algunos experimentos, me gustó mucho y al final del grado decidí hacer la tesis. Para ello hice el Máster de Farmacología y ahora estoy en el segundo año de la tesis”.

Rodilla reconoce que ha habido un gran cambio, ya que en otros grados es más habitual realizar la tesis que en Fisioterapia. “Sin embargo, estoy satisfecho. Es cierto que en algunos momentos es duro: pasas muchas horas en el laboratorio, tienes que leer muchos artículos y da mucho trabajo, pero me gusta. Estoy aprendiendo mucho y me parece muy importante añadir una ciencia básica a la visión general del fisioterapeuta sobre el paciente. Así, además de aplicar una técnica concreta, puedo conocer lo que ocurre a nivel molecular o celular, y comprenderé mejor qué funciona y por qué, qué conviene...”.

Afirma que gracias a lo que está estudiando en su tesis, conoce mejor los mecanismos del dolor y la analgesia, lo que, además de ser interesante en sí mismo, es muy útil para mejorar el tratamiento fisioterapéutico. “Y también al revés: El conocimiento que aporta la fisioterapia también complementa el de salud y enfermedad. Además, el fisioterapeuta suele pasar más tiempo que el médico con el paciente y nosotros conocemos detalles que él no sabe. En consecuencia, podemos darle un tratamiento más completo. Eso me satisface mucho”.

Oposición e investigación

Sin embargo, no todo es oro, y también encuentra desventajas en su labor investigadora: “Además de ser un taller duro, las condiciones no son buenas y no sabemos si podremos seguir haciéndolo. La estabilización es muy difícil y el futuro es muy difícil. Hay que llenar un montón de papeles, se alargan los plazos, cada vez hay menos dinero y menos oportunidades… En eso gastamos demasiado tiempo y esfuerzo”.

Sin embargo, el propio proceso de investigación tiene una enorme motivación: “Hacer nuevas preguntas, probar formas de responder, comparar resultados… Todo esto me atrae y me llena de verdad. Además, en mi campo hay mucha interdisciplinariedad y eso es muy enriquecedor”.

De cara al futuro querría seguir investigando, pero también desearía acercarse a la clínica. De este modo, realiza cursos para no olvidar y seguir profundizando en los conocimientos adquiridos en Fisioterapia y se está formando para ser profesor. Por último, estudia euskera, “porque creo que los pacientes euskaldunes lo agradecerán”.

 

Irati Rodilla Ojeda

Nacido en Bilbao en 1992. Tras el ciclo de técnico del laboratorio de diagnóstico clínico, estudió Fisioterapia en la UPV. A continuación realizó el Máster en Farmacología, Máster Universitario en Desarrollo de Medicamentos, Valoración y Uso Racional, y ahora está realizando el doctorado en el departamento de Farmacología de la facultad de Medicina y Enfermería de la UPV.

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