“Siento necesario ser mujeres referentes”
Las matemáticas tienen mala reputación, son difíciles, abstractas, inútiles… Este tipo de creencias están muy extendidas en la sociedad. Amaia Iparragirre Letamendia es matemática y no tiene ni rastro de dónde viene esa mala reputación, “me han gustado de la niñez”, comenta. Y no sabe por qué tendrán mala fama, quizás porque son abstractos. Subraya, sin embargo, que aunque trabajen de forma abstracta, están directamente relacionados con la vida cotidiana y con el entorno. Además, siempre se ha adaptado bien a las matemáticas. "Mamá también era profesora de turismo, por lo que también he recibido esta afición en mi casa, y nunca he sentido que las matemáticas no eran adecuadas para mí o que no me debían gustar. Ha sido muy natural para mí".
Actualmente se está realizando la tesis doctoral en estadística, concretamente en el desarrollo y validación de modelos predictivos con datos procedentes de encuestas basadas en muestreos de diseño complejo. Explica que hoy en día los modelos predictivos son muy utilizados. El objetivo es predecir el futuro a partir de los datos disponibles. "Mi tesis se caracteriza por querer ajustar este tipo de modelos a un determinado tipo de datos. Este tipo de datos ha sido habitual en la estadística, pero hasta ahora no se han ajustado los modelos predictivos. Por lo tanto, mi objetivo es conectar esas dos áreas”.
Afirma que estos modelos tienen una aplicación correcta, y es que cuando inició su tesis partió de un problema real. También presenta ejemplos: "Por ejemplo, en la pandemia se han empleado muchísimo y, en general, se utilizan mucho en medicina. Por ejemplo, a partir de los datos que tenemos ahora, quizás nos interese saber cuántas camas tendremos disponibles la semana que viene o el mes que viene. Para ello necesitaríamos modelos predictivos”.
La importancia de las mujeres referentes
Este tipo de desarrollos, de interés para el conjunto de la sociedad, ha tenido una evolución en el interés por el aprendizaje de las matemáticas, en el que hasta hace unos años las mujeres eran mayoritarias, mientras que en los últimos años los hombres están predominando. Iparragirre ha sido testigo de este cambio: "Cuando estudié matemáticas éramos más mujeres y desde entonces no ha pasado mucho tiempo, pero hoy hay más hombres. No sé por qué puede ser, pero creo que el auge de los hombres coincide con el nombre que las matemáticas están tomando en la sociedad. Quizás, cuanto más famosa son las matemáticas y cuanto más se relacionan con el mundo empresarial, más hombres aprenden matemáticas”.
Considera que esto puede tener consecuencias. "Por ejemplo, puede provocar cambios en los temas que se investigan. En detrimento, claro, porque justo en la sociedad nuestro objetivo es otro. Buscamos una cierta igualdad de ideas, y aquí parece que estamos viendo lo contrario". Para cambiar esto, considera muy importante tener referentes: "No sé si será suficiente, pero yo he tenido muchas referentes femeninos tanto en el aprendizaje de las matemáticas como en la investigación, mis dos directores de tesis son mujeres, y en el Estado, cuando nos juntamos con otros matemáticos, muchas son mujeres. Y todas estas mujeres son referentes para mí y siento necesario que sean mujeres referentes. Por lo tanto, creo que también es importante para la sociedad dar voz a estos perfiles”.
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