“Me apetece ampliar el marco”
Maialen Garmendia es uno de los investigadores del BC3 sobre cambio climático. Además de gustarle mucho su trabajo, reconoce que la otra razón principal que le llevó a comenzar en BC3 fue su regreso a Euskal Herria.
De hecho, tras realizar la tesis en AZTI-Tecnalia, en Pasaia se trasladó a la Universidad Autónoma de Barcelona. Después de un año, decidió volver a Euskal Herria: “En aquel momento reflexioné sobre qué dar prioridad a la vida personal o laboral y el deseo de venir aquí tuvo más peso que el trabajo”. Así que envió su curriculum al BC3, que finalmente logró: Residir en Euskal Herria y continuar con su labor investigadora.
Garmendia cree que en la labor investigadora es habitual poner en balanza la vida personal y laboral: “Me gusta mucho mi trabajo, pero tiene condiciones duras, no tienes horarios, no sabes si podrás seguir con lo que estás haciendo en el futuro... Y ahí tienes que ver lo que pones delante: trabajo o vida personal”.
En cualquier caso, no sólo personalmente, sino también profesionalmente, fue una buena oportunidad su presencia en el País Vasco, ya que su labor en BC3 le ha permitido ampliar su campo de investigación. “Hasta entonces trabajé con un solo tema. El objetivo de la tesis era analizar los indicadores de eutrofización en las ramas marinas y marinas. Y cuando fui a Barcelona hice lo mismo, pero en el Mediterráneo. Era muy interesante, ya que en uno y otro se utilizan los mismos indicadores, pero como el entorno es completamente diferente, los resultados también son diferentes. Es cierto, sin embargo, que estaba ligado a un único tema y tenía ganas de abrirlo”. Lo ha conseguido en BC3.
Garmendia explica que en BC3 estudian la influencia de los cambios que sufren los ecosistemas como consecuencia de la actividad humana, tanto desde el punto de vista social como económico. Y también calculan los beneficios sociales y económicos que puede reportar una buena gestión de los ecosistemas. “Es decir, en BC3 también tenemos en cuenta los servicios que nos prestan los ecosistemas. Eso era totalmente nuevo para mí. Aunque al principio me resultó raro, ahora estoy muy a gusto y además creo que esta visión es más eficaz para hacer llegar el mensaje a la sociedad y a quienes toman las decisiones”.
Y es que si se limita a los daños que sufren los ecosistemas, le parece difícil llegar a la gente. “Por ejemplo, si se ponen de manifiesto los efectos de la contaminación costera en la pesca o el uso de las playas, tanto los ciudadanos como las autoridades se preocupan más que mencionando la pérdida de biodiversidad”.
Ahora trabaja en un proyecto europeo llamado Perseus. “El objetivo es superar la brecha entre científicos y decisorios. Para ello, estamos preparando herramientas de toma de decisiones en el Mediterráneo y el Mar Negro, siempre con el fin de afrontar los problemas del mar. En BC3 somos dos o tres investigadores, pero en el proyecto participan muchas organizaciones y grupos de investigación europeos con los que tenemos mucho contacto”.
Para Garmendia, las peores ventajas de su trabajo son la competencia y la inquietud. Sin embargo, satisface mucho, “sobre todo porque siempre vas creciendo, siempre estás aprendiendo”.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
