Casi todos los días aparece en los medios de comunicación alguna noticia sobre la ingeniería genética. La disciplina que hace tiempo tiene como objetivo modificar el código genético de las criaturas ha provocado una gran revuelta y casi seguro que la cuestión sigue en sus orígenes. En la Universidad Warwick de Gran Bretaña, por ejemplo, se está trabajando en la obtención de variedades de mayor rendimiento a través de la modificación del código genético de ciertas plantas, dentro del proyecto LATIN, conjunto con otros expertos europeos.
Y ya están obteniendo resultados. La estrella de este proyecto es un tipo de berro llamado Arabidopsis. De hecho, en numerosos laboratorios de toda Europa se están estudiando las características genéticas de esta planta para conseguir plantas que se reproduzcan con mayor facilidad, rapidez y corrección. En concreto, el objetivo de la investigación es controlar los mecanismos que hacen reproducirse las raíces y ramas de la arabidopsis.
De hecho, la arabidopsis tiene una estructura relativamente sencilla, pero a su vez se parece mucho a otras especies de gran uso industrial como el eucalipto. El éxito de la manipulación genética de estas plantas puede provocar en la industria papelera una auténtica revolución.