Aunque la vida que conocemos se basa en cuatro nucleótidos del ADN, han ampliado el alfabeto genético de cuatro a ocho, creando un ADN sintético de ocho letras. Los autores han afirmado que mantiene su capacidad de soporte vital, ya que transcribe y llega a crear ARN. Dada la capacidad de codificar más información de los nuevos ADN, se considera que será de utilidad para futuras aplicaciones de la Biología Sintética.
Parece ser que los nuevos análogos de nucleótidos no desestabilizan el ADN de doble hélice, ni dificultan la interacción con las enzimas que conducen la transcripción. Ambas características son imprescindibles para que sirvan para la biología sintética. Ahora habrá que ver si cumplen la tercera condición: interacción con enzimas que producen proteínas a partir del ARN que se mantiene.
Anteriormente otros investigadores obtuvieron un ADN de seis letras, pero parecía que había problemas para aumentar más. Sin embargo, la Fundación para la Evolución Molecular Aplicada de Estados Unidos ha conseguido esta vez.Publicado en la revista Science, Hachimoji ha sido llamado ADN.