Hay quien saca partido de la fuerza de los ciclones sobre el suelo o, mejor dicho, bajo el agua. Investigadores de la Universidad de Wisconsin han publicado que cuatro días después del ciclón Gordon la actividad fotosintética del fitoplancton aumentó un 400% en 1994.
La fuerza absorbente del ciclón, a 150 m de profundidad, funde los alimentos para la fortuna del fitoplancton.