La ciencia no es una cuestión de favor

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

Publicado en Berria el 19 de marzo de 2020

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La revista Science ha publicado una exigente editorial, recordando a Donald Trumpi las bases de la ciencia. Gage Skidmore/CC-BY-SA 3.0

«Haz un favor: muévete, muévete». Así comienza la última editorial de la revista Science. Esta revista estadounidense es una de las publicaciones científicas más prestigiosas del mundo. Estas palabras no son del editor sino de Donald Trumpen. En una reunión especial para hacer frente al COVID-19, se le explicó una y otra vez que necesitaban un año y medio para desarrollar una vacuna. En vano, Trump no aceptaba las explicaciones y le pidió como favorito personal: «Ayúdame a favor».

Trump no puede pedir favores a los científicos. Desde que entró en el mando, sólo han recibido limitaciones y restricciones. Al mismo tiempo, los negacionistas del cambio climático, los que niegan la evolución y, en general, numerosas asociaciones, organizaciones y movimientos que actúan en contra de las bases científicas han recibido apoyo e impulso. Por ejemplo, la semana pasada el gobierno señaló que la difusión del virus era limitada. Sin embargo, era evidente que en el Estado de Washington se estaba extendiendo más allá. La editorial sugiere que la negación de la realidad provocó consecuencias, lo que provocó que el gobierno federal respondiera más lentamente de lo que necesitaba. «No puedes ofender a la ciencia cuando algo no te gusta y, de repente, empeñarte en pedir algo que la ciencia no te puede dar a tu gusto». En este momento, el presidente necesita ciencia. Pero la ciencia lleva siglos tratando de conocer las leyes de la naturaleza y los investigadores trabajan sobre las bases que esos esfuerzos han traído. Así, para dar respuesta a la crisis del covid-19, ha sido más evidente que nunca la colaboración entre grupos de trabajo de todo el mundo, y los resultados han llegado y están llegando más rápido que nunca. Por tanto, la exigencia de la vacuna y la distorsión y desprecio de la ciencia son contradictorias. La vacuna debe tener una base científica, útil y segura. Conseguirlo puede pasar un año y medio o mucho más. Y la industria farmacéutica está muy interesada en llegar a este punto lo antes posible; en definitiva, venden la vacuna. Saben, sin embargo, que las leyes de la naturaleza son inviolables. «Hace tres años el Presidente se mostró escéptico de las vacunas e intentó crear un grupo de trabajo contra las vacunas. Ahora, de repente, ama las vacunas».Incluso sin llegar al nivel de las truchas, habrá quien no tenga en cuenta la ciencia y ahora espera los resultados rápidamente. La última frase de la editorial dirigida para todos ellos por defecto a Trump: «Si quieres algo, primero tienes respeto por la ciencia y sus bases».

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