A pesar de las grandes expectativas, los investigadores tienen muchas limitaciones y dificultades para conseguir y trabajar con células madre. Pero no se rinden, y las investigaciones que han publicado últimamente son una prueba de ese esfuerzo.
Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Kioto han conseguido convertir las células adultas de los ratones en células embrionarias mediante un sencillo mecanismo. Las células embrionarias obtenidas son pluripotentes, es decir, tienen la capacidad de transformarse en muchos tipos de células, totalmente compatibles con el donante de la célula adulta.
Para ello introducen cuatro factores de transcripción a través de virus en las células. Estos factores hacen que las células sean reprogramadas y adquieran las características de células embrionarias pluripotentes. Aunque sea simple, no se puede decir que sea un proceso exitoso: la reprogramación sólo sale bien en una de cada mil células.
Por otro lado, la integración de células pluripotentes en los embriones de ratón ha demostrado que los ratones que nacen, entre sus células, tienen descendientes de los injertados, y también han conseguido cruzar estos ratones con ratones comunes. Sin embargo, el 20% de estos tumores.
Además, en las pruebas con células humanas los resultados han sido aún más negativos. En humanos la reprogramación es más compleja que en los ratones, por lo que los investigadores creen que se necesitarán más factores. Sin embargo, muchos expertos creen que no será suficiente con ello. Por lo tanto, todavía falta mucho por llegar a la altura de lo conseguido en el ratón.
Sin embargo, en determinados casos parece que con las células humanas se pueden obtener mejores resultados que con los ratones. Esto es lo que creen al menos los investigadores que están reprogramando embriones defectuosos. De hecho, en el ratón las primeras fases del desarrollo del embrión son extremadamente rápidas, mucho más rápidas que en el ser humano, lo que facilita el control de algunos pasos en los embriones humanos.
Precisamente, los investigadores de la Universidad Harvard intentan aprovechar los embriones defectuosos que se producen en la fecundación artificial en la investigación de células madre. En la fecundación artificial es relativamente frecuente que dos espermatozoides fecunden simultáneamente un óculo. Este embrión no es viable y lo descartan.
Sin embargo, los investigadores de Harvard utilizan estos embriones acrásicos para eliminar la información genética que contienen e introducir el genoma de una célula adulta. Las células de este embrión contienen, por tanto, información genética del adulto, pero presentan características de células madre, son pluripotentes. Mediante este mecanismo se evita que las mujeres tengan que aportar óvulos de investigación.
La investigación se ha llevado a cabo con embriones de ratón, pero, como ya se ha mencionado anteriormente, se cree que será más fácil en humanos. En cualquier caso, no será tan sencillo y, sin duda, todavía tendrán que investigar mucho para obtener buenos resultados.