Los vertidos de petróleo en el mar pueden tener efectos adversos durante más tiempo de lo esperado. El vertido del petrolero Amoco Cádiz, que se produjo en 1978, está dificultando la reproducción de los peces de la zona de Bretaña.
Desde el mismo momento del vertido, los biólogos han analizado detenidamente la fauna marina de la zona. En 1978 la platija no creció correctamente, presentaba lesiones en las aletas y muchas no se alimentaban. Las platillas de Bretaña siguen desarrollando órganos reproductivos anormales.
Las hembras de platija de la costa bretona alcanzan la madurez en su tercer año. Los ovarios se desarrollan durante el invierno y son incinerados en febrero y marzo. Los estudios realizados han puesto de manifiesto que los ovarios de las hembras de platija presentan daños en gran proporción.
Los sedimentos de los estuarios fluviales, donde viven las platillas, siguen contaminados. En 1984 había 100 millas de hidrocarburos policíclicos peligrosos, cantidad que se duplicaba en la carne de las ostras. Los plateados que habitan allí han estado en contacto durante toda su vida con los sedimentos contaminados.