Un terrible terremoto azotó Alaska en 2002, las ondas superficiales recorrieron tres mil kilómetros y en unas horas llegó al parque nacional Yellowstone. Allí la tierra vibró y cambió la frecuencia de los géiseres.
El terremoto parece haber alterado el sistema hidrotermal de Yellowstone. Las erupciones de vapor en los manantiales que los observadores nunca vieron géiser aumentaron la frecuencia de muchos geisser.
Debido al avance del terremoto a través de los fluidos subterráneos, los investigadores han destacado que los medios en los que se encuentran los géiseres son lugares apropiados para investigar la relación entre el terremoto y los fluidos.