En primavera pueden empezar a plantarse cultivos transgénicos en la Gran Viritania. Así lo ha afirmado el Consejo Asesor de Medio Ambiente de la localidad mediante un informe.
El informe ha sido interpretado de forma muy diferente por los defensores y detractores de los cultivos modificados genéticamente. Y es que el maíz transgénico no es tan perjudicial para la biodiversidad como el normal. Sin embargo, se ha determinado que se han utilizado dos herbicidas para la investigación, y parece que la atracina utilizada en el cultivo tradicional es más perjudicial que la herbicida utilizada con maíz transgénico.
Según el mismo estudio, las colzas y remolachas transgénicas investigadas no son mejores que las convencionales, al menos en las condiciones en las que se ha realizado el estudio.
Los expertos coinciden en la necesidad de seguir investigando para determinar los daños y beneficios derivados del uso de cultivos transgénicos. Sobre todo por la prohibición de la antracina en 2005 por parte de la Unión Europea.