Somos conscientes de la habilidad de los pájaros para orientarse en largos viajes, utilizando para ello el campo magnético de la Tierra. Pero el campo varía de un lugar a otro y sin embargo no pierden el norte. Pues parece ser que calibran la brújula dentro del anochecer en función de la orientación de los rayos de luz, siguiendo así el camino correcto.
Es el resultado de un experimento realizado en Illinois, Estados Unidos. Varios pájaros de la familia del zorzal fueron capturados y separados por un pequeño transmisor. Al anochecer fueron liberados, pero algunos les hicieron pasar por un campo magnético para desorientarse. En consecuencia, estos pájaros se dirigieron hacia el oeste en lugar de hacia el norte. Al anochecer del día siguiente, todos los pájaros volaron hacia el norte. Es una señal de que los desorientados vuelven a encontrar el norte.