Nosotros muchas veces podemos adivinar ideas o humor que puede tener otra persona. ¿Pueden los monos tener esa capacidad?
Robert Seyfarth y Dorothy Cheney, de la universidad de Pennsylvania, han realizado un ensayo con dos especies de macacos diferentes.
Estos investigadores introdujeron varias hembras en distintas jaulas, pero podían ver la zona. Junto a las jaulas, a veces se ponía en el plato una comida dulce y otras veces se enviaba a un hombre amenazante, que se ocultaba tras una pantalla). En algunos de estos ensayos, junto con las madres, se colocaron crías, viendo todos lo que ocurría fuera de las cajas. Algunos críos sólo veían comida dulce y otros sólo veían a un hombre amenazador. Las madres lo veían todo.
Más tarde Cheney y Seyfort sacaron las crías de las jaulas y las liberaron. Las crías mostraron tendencias muy diferentes según el ensayo que habían visto anteriormente. Algunos estaban tranquilos y otros estaban alterados. Por el contrario, todas ellas mostraron un comportamiento similar al de las madres viendo a sus hijos fuera.
Como las crías eran muy pequeñas, parece que las madres habían transferido a las crías ciertas ideas y los jóvenes fueron capaces de recogerlas y comprenderlas.