Los balones rojos atraen a los cerdos en los establos. Hay estudios que demuestran que el fútbol establo reduce drásticamente el estrés y la violencia de los cerdos (este efecto no se nota en el ser humano). Aunque en el juego los animales gastan mucha energía, los futbolistas de cerdo engordan más rápido que los demás.
Bernard Hoggarth, de la empresa de alimentación para animales llamada Cranswick Mill, asegura que cuando los cerdos empiezan a aburrirse, en lugar de buscar las colas o las orejas de sus amigos, buscan el balón.
Hoggarth importa desde Dinamarca los balones de plástico. La atención al balón animal es inmediata y este balón es lo suficientemente robusto como para que los animales no se vean perjudicados.