Las preocupaciones que genera la introducción de los órganos animales en los seres humanos han aumentado en los últimos meses. En los cerdos se ha encontrado un nuevo virus que hasta ahora no se conocía. Este virus actúa sobre los fetos y éstos nacen muertos o deformes.
El futuro de estos xenotransplantes estará condicionado por estos virus, que aún no se conoce suficientemente el daño que estos virus pueden causar en los seres humanos.
Algunos expertos consideran que estos órganos, una vez analizados correctamente antes de su introducción, no entrarían en peligro, pero ahora se ha podido comprobar que los virus desconocidos no pueden ser detectados y que las consecuencias no pueden ser conocidas en estos casos.
El debate surgió el año pasado cuando dos trabajadores de una churrería cercana a Sidney desarrollaron la enfermedad provocada por este extraño virus. La difusión del virus se atribuyó a una colonia de murciélagos que se encontraba junto a la churrería, ya que los murciélagos actúan como perseguidores. En la actualidad estos dos trabajadores están sanos y el virus no tiene ningún peligro para los seres humanos.
Otra cuestión es la inquietud y la incertidumbre que se ha suscitado ante los riesgos de los trasplantes con órganos cerdos.