La organización “Food and Drug Administration” de los EEUU, encargada de la política sanitaria, ha dado luz verde al dispositivo electrónico denominado freehand. A partir de ahora los pacientes tetrapléjicos notarán una gran diferencia, ya que el nuevo sistema permite el uso de las manos. Hasta ahora no se ha comercializado en el mundo, al menos, con la aprobación de la administración.
El nuevo dispositivo genera estímulos que generan movimiento. Debajo de la piel se sitúa un dispositivo de 5 cm de longitud, con un pequeño microprocesador y la batería necesaria para su funcionamiento.
Cuando el enfermo quiere mover la mano, produce los movimientos a través de un hombro (arriba o abajo, izquierda o derecha) y se recogen en un ordenador, para posteriormente conducir las ondas electromagnéticas que el dispositivo va a recibir, que se convierten en estímulos eléctricos y provocan el movimiento. Obviamente, sólo los pacientes que pueden mover el hombro podrán utilizar el nuevo dispositivo. Además, el aparato también genera incompatibilidades, como los marcapasos.