Mantener los nervios en la piel y enfadarse elevan la tensión arterial. Esto es lo que refleja una investigación llevada a cabo durante 20 años con 1.100 personas en el pueblo estadounidense de Framingham. En el hombre adulto el riesgo de hipertensión es mayor si tiene afectación nerviosa y ansiedad. En las mujeres, sin embargo, parece que estar enfadado no afecta a la tensión arterial.