La misión Deep Space I de la agencia espacial NASA comenzó en octubre de 1998 con el objetivo de probar nuevas tecnologías desarrolladas en las nuevas naves espaciales. La misión es del programa New Millenium, que mejorará notablemente los viajes espaciales y, en concreto, pretende crear buques espaciales más pequeños, más baratos, más seguros e independientes del ser humano.
Las tecnologías que se han probado hasta el momento en la Misión Deep Space I son el sistema de propulsión iónico, los nuevos paneles solares, los nuevos medios de comunicación, la microelectrónica y las nuevas tecnologías en la estructura del buque espacial. Además, se ha desarrollado un sistema de conducción automática denominado Autonav, con el objetivo de reducir la influencia humana en la conducción de naves espaciales y por tanto aumentar la seguridad de las misiones espaciales. Una de las novedades más importantes es la del motor iónico, 10 veces más eficiente que los motores convencionales de combustible sólido o líquido.
Este motor permite obtener una fuerza de propulsión mucho mayor con la misma cantidad de combustible. Todas estas nuevas tecnologías han pasado ya la fase experimental y ahora sólo falta producir. XXI. Las naves espaciales del siglo XX, por tanto, saldrán al espacio en breve.