Según estudios recientes, el riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero es 2,5 veces mayor en las mujeres que fuman a diario una media de veinte cigarrillos. Además, en el caso de las mujeres infectadas con papilomavirus, el problema se agrava en función del número de cigarrillos quemados. La probabilidad de enfermar de los fumadores de más de 10 cigarrillos es 8,4 veces mayor y si la edad del cigarrero es mayor de 30 años, el riesgo de infección aumenta 13,1 veces.
La influencia del tabaco en este tipo de cáncer se notó hace tiempo, pero nunca se ha podido demostrar.
En enero de este año varios médicos de París han dado a conocer sus investigaciones sobre las relaciones entre cáncer y tabaco. A continuación se quieren analizar, entre otros, los datos expuestos por el Dr. Herrero.
Tras la presentación de los datos aportados inicialmente por este médico, se explica el motivo.
Las sustancias activas en el interior de la nicotina, como las cotiminas, son transportadas y almacenadas por la sangre a diferentes lugares del cuerpo. Las células inmunitarias de Langerthans son las que más dañan.
Tras la desaparición de estas defensas, el desarrollo de los carcinomas está abierto.