Después de que la Organización Mundial de la Salud haya declarado el estado de emergencia internacional de salud pública (PHEIC) debido a los últimos brotes de T-baztanga, la revista The Lancet ha hecho un llamamiento a responder de forma coordinada a través de un editorial.
En primer lugar, ha recordado que solo han pasado 15 meses desde que la OMS abandonara la anterior emergencia y que ésta se ha extendido a todo el mundo al día siguiente de la declaración de emergencia en África. Para la revista, la preocupación es razonable, ya que la variante (1b) que se está transmitiendo entre las personas desde septiembre de 2023 es más letal que la anterior.
Según ha precisado, la mayoría de las muertes se han producido en la República Democrática del Congo, sobre todo entre niños y jóvenes menores de 15 años. A los adultos, sin embargo, no les ha afectado tanto, probablemente porque cuentan con algún tipo de protección, gracias a la vacuna de la viruela tomada en los años 1960-1970. En 2024, en el Congo, se han contabilizado más de 16.000 infecciones y 500 muertes, y se sospecha que también se han producido otras no diagnosticadas. En el caso de la República Centroafricana, Ruanda, Burundi, Uganda y Kenia también se han diagnosticado casos aislados de casos importados en Suecia y Pakistán (es decir, no se han contagiado en el propio país).
En la anterior situación de emergencia, también se planteó la necesidad de adoptar medidas para controlar el virus y prevenir la enfermedad. Sin embargo, según The Lancet, el virus aún no se conoce bien y no se ha invertido lo suficiente en investigación, diagnóstico y tratamiento. A pesar de que hay vacunas para la prevención, están en manos de países de alta renta. Por ello, la editorial ha pedido que esta vez se actúe con equidad y ha advertido de que los cien primeros días son clave.
Explica que la equidad no es solo repartir vacunas y recursos, sino atender y cuidar a quien lo necesita. El problema no es el de los países que han sufrido brotes o el de África, por eso se ha declarado la situación de emergencia a nivel internacional. The Lancet confirma que “ese es el significado del PHEIC”.
Además, aconseja que en la respuesta se tenga en cuenta a las comunidades para diseñar estrategias, canalizar recursos y evitar la exclusión y el estigma, por ejemplo, en la comunidad LGTBIQ+. También se ha referido a la necesidad de "hacer frente a la falta de información y al error".
Por su parte, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha previsto que esta variante del virus tenga un bajo impacto en Europa. Dice que es posible que haya más casos importados, pero que no se espera que se amplíen mucho gracias a un diagnóstico rápido y a las medidas de control.