De las 4.000 especies de serpientes que viven en la actualidad, cerca de 600 son peligrosas para el ser humano debido a su veneno. Los científicos no sabían explicar por qué los caninos de serpientes venenosas han evolucionado en más de una ocasión y desde diferentes, a diferencia de otros reptiles. Investigadores de la Universidad Monash de Australia han respondido en la revista Proceedings Of The Royal Society B: para los dientes comunes de serpientes es muy fácil convertirse en aguja hipodérmica.
Los caninos de veneno son dientes moldeados, ranurados y mayores que el resto de dientes cercanos. Pueden estar en la parte posterior o delantera de la boca y pueden ser fijas o articuladas. Y es que hay cinco grandes grupos de serpientes venenosas, cada uno con sus particularidades.
Investigadores australianos, en colaboración con otros internacionales, han utilizado la modelización, el estudio de los fósiles y la tomografía computerizada y la microscopía, entre otros, para investigar los dientes de 81 especies, y han descubierto que las serpientes, en la base de los dientes, tienen vísceras pequeñas o arrugas. En las serpientes venenosas, una de estas arrugas se hace más profunda y se prolonga hasta el extremo del diente, formando una estría venenosa y un colmillo. Parece que este mecanismo se ha producido en cinco grupos, pero cada uno a su manera.