El pasado verano muchas personas han muerto en los Alpes debido a los desprendimientos por lluvias. Las olas saltadas a la deriva llevan consigo un montón de vidas que disfrutaban de la belleza de la montaña. Estos inesperados desprendimientos se deben a la tala de árboles para la ampliación de las pistas de skie. Los árboles en grandes cambios, entre otras funciones, sostienen el terreno. Cuando faltan los árboles, la tierra no tiene asas y entonces las lluvias pueden ablandarse y descender en pendiente. Mediante la tala de árboles, la capa superior de tierra se funde sin protección.
Los bosques de los Alpes están afectados por dos enfermedades. Por un lado, el hecho de que el sky se haya convertido en un deporte muy popular ha necesitado cada vez más pistas para dar respuesta a la demanda de los consumidores. Esto ha supuesto cientos de kilómetros cuadrados de bosques en los últimos diez años. Algunos datos son representativos. Mientras en Austria hay 5800 km de vía, hay 6000 km de pista de ski.
Por otro lado, los árboles están contaminados. Un estudio realizado en 1986 revela que dos tercios de los árboles de más de 60 años de antigüedad estaban casi afectados por la contaminación. Los científicos forestales afirman que la sustitución de estos árboles dañados resulta muy difícil por la aspereza del medio ambiente.