Los ingenieros ingleses y estadounidenses han creado la primera neurona de silicio. Esta neurona es sólo un chip que emula la actividad de las células cerebrales. Es aproximadamente la décima parte de un milímetro cuadrado de tamaño y un millón de veces más rápido que una neurona cerebral.
Las aplicaciones pueden ser muy variadas, desde la realización de versiones electrónicas de fragmentos cerebrales hasta la creación de robots inteligentes de vida sencilla.
Uno de los desarrolladores de esta neurona de silicio, el doctor Rodney Douglas del "Medical Research Council" de Inglaterra, afirma: "Las neuronas biológicas reciben señales de las células cerebrales cercanas. Luego procesan, toman una decisión y dan orden. Todo el proceso se realiza mediante pulsos eléctricos. Las características eléctricas de la neurona de silicio son las mismas que las de la célula nerviosa".
Coger la taza de leche a mano es trabajar millones de neuronas. En primer lugar, la retina recoge información sobre el emplazamiento de la taza. Posteriormente, esta señal se lleva al cerebro mediante el nervio óptico, donde se procesa y se envía a las manos a través del sistema nervioso central. Los científicos han simulado dichas acciones de forma digital. Para ello se han tenido que completar grandes y costosos programas de software.
Las aplicaciones más importantes se desarrollarán en el ámbito de la robótica. Es una neurona de silicio pequeña, rápida, económica y de bajo consumo energético. En teoría, millones de neuronas de este tipo se pueden unir en un cerebro artificial.