El 25 de enero de este año los rusos pusieron en órbita el satélite meteorológico denominado Meteor III-7. En él se transportó al espacio el aparato denominado “Scarab”, elaborado por el CNRS francés, para poder medir la energía de la Tierra.
Nuestro planeta actúa como un radiador y se enfría emitiendo calor al vacío helado del espacio. Sin embargo, la energía solar nos calienta. Pero, ¿cómo es la media entre las radiaciones solares absorbidas y las radiaciones infrarrojas emitidas? ¿Cómo evoluciona?
Es interesante responder a las siguientes preguntas sobre la posible incidencia de la contaminación atmosférica en el clima, pero el único sistema para ello es medir los intercambios de energía en las capas altas de la atmósfera de forma precisa y a lo largo de un periodo de tiempo (detectando incidencias).
Desde 1990 el balance de radiación de la Tierra no se ha medido por satélite, pero afortunadamente el aparato Scarab llenará esta laguna. En 1995 hay otro que se pone en órbita y en 1997 se coloca el tercero.