Para comprender la propagación de la plaga es imprescindible conocer la transmisión del SARS-CoV-2. Se han publicado numerosos estudios científicos al respecto, y en un artículo publicado en la revista Science se ha producido un intenso debate sobre la importancia de cada medio de transmisión, el rol de los asintomáticos y presintomáticos, la capacidad de cada grupo de edad para transmitir el virus, etc.
Todo este debate puede dar la impresión de que hay grandes incertidumbres, pero los autores del artículo afirman que se conoce bien la base de la transmisión y que ofrece un soporte para entender la nueva información que se va generando.
Se aclara que la mayoría de las infecciones, un 46-66%, tienen lugar en hogares y residencias. De hecho, la mayor parte de la gente convive con otras personas y pasan mucho tiempo en estos espacios con un contacto estrecho. Aunque son muchos los factores que influyen, como por ejemplo las dimensiones y costumbres de la vivienda, la transmisión es más frecuente en la pareja en general (se repite el doble que en el caso de los adultos que viven en el mismo lugar), en los que tienen síntomas y, en el caso de los mayores, si conviven con los de la generación más joven. Además de en los hogares, la transmisión es muy sencilla en prisiones, residencias de personas mayores y casas de acogida de personas migrantes, etc.
A pesar de que la mayoría de las infecciones tienen lugar en estos casos, los investigadores han destacado que la transmisión comunitaria es fundamental para la supervivencia de la epidemia. Se genera a partir de interacciones muy variadas y está impulsada principalmente por dos tipos de fenómenos: supercontaminantes (un solo infectado contamina a muchas personas) y amplificaciones (escuelas, plantas de procesado de carne y iglesias). También se han descrito en otras enfermedades como el sarampión o la gripe. En el virus SARS-CoV-2 se estima que el 10% de los infectados generan el 80% de las contaminaciones.
Además, advierten que si la transmisión está muy extendida, las medidas generales no son tan efectivas como se esperaba. Por el contrario, las medidas específicas dirigidas a los episodios supercontaminantes pueden tener muy buenos resultados.
A nivel global, los estudios filogenéticos del virus han demostrado que los viajes de larga distancia facilitan la introducción del virus y su eliminación en los lugares obtenidos. La prohibición de viajar ha dado buenos resultados, como en China.
Sin embargo, se ha reconocido que algunos aspectos son aún desconocidos: el efecto de la inmunidad, de las estaciones del año, la heterogeneidad de la población… Según los investigadores, a medida que se aclaren se conocerá mejor cómo se extiende la plaga y cómo combatirla.