Durante la primera semana de vida, los ratones son capaces de restaurar el corazón dañado. A esta conclusión llega un grupo de cardiólogos de la Universidad de Texas. A los ratones de un día les extraieron el 15% del ventrículo izquierdo y tres semanas después vieron que tenían el corazón completo. Sin embargo, al seguir el mismo procedimiento en el ratón de 7 días, no se detectó dicha recuperación. Los científicos creen que en esta primera semana se producen algunos cambios en la expresión génica de los ratones y que determinadas hormonas o determinadas señales del entorno desaparecen. Ahora los científicos buscan genes, silenciadores génicos y fármacos que podrían alargar o reavivar el periodo de regeneración.