Utilizando el telescopio Chandra de la NASA, detectan un pulsar en medio de una supernova ocurrida hace 1.600 años. El descubrimiento no se ha asegurado del todo, pero todas las pistas son favorables al sí. La supernova observada es G292.0+1.8 y se encuentra en la constelación del Centauro. Esta supernova se encuentra en la galaxia de la Vía Láctea y es rica en oxígeno. Es la primera vez que los astrónomos han podido investigar de cerca una supernova así.