Las leyes matemáticas dicen que no se puede engañar durante mucho tiempo. Si hay probabilidad de que ocurra algo, al final ocurrirá, sobre todo cuando haya tiempo suficiente para ello. Esta ley preocupa a las autoridades de la NASA en los últimos tiempos, en los que están en marcha las primeras fases de la Estación Espacial Internacional ISS.
De hecho, en los próximos años se prevé la construcción de una tela de araña compuesta por 30 módulos, para lo que habrá que realizar numerosas misiones, reconociendo la probabilidad de que cada una de estas misiones salga mal. Los mayores riesgos en el espacio son el riesgo de contraer cáncer por radiación para los astronautas, el choque con una partícula del espacio para los módulos y la explosión de los gases que lleva en su interior para los cohetes.
La NASA ha calculado todo tipo de probabilidades y sus consecuencias no son muy optimistas: la probabilidad de explosión de un cohete es del 8%; la muerte de un astronauta por cáncer del 1%; la probabilidad de que una partícula oriente un módulo durante 20 años es del 42%; por último, la probabilidad de que un cohete explote durante 20 años con la estación es del 99%. Hay que tener en cuenta que para la construcción de la estación ISS se van a realizar más de 100 misiones y que aunque algunas probabilidades son bajas, se incrementa la probabilidad de accidentes. Por eso, Thomas Young, miembro del Consejo Asesor de la NASA, afirma que durante estas 100 misiones hay que aceptar la muerte de las personas si se quiere ser realista.