Han desarrollado una metodología para facilitar la integración de la perspectiva de género en las políticas de reducción de la pobreza energética, en un trabajo final del Máster Erasmus Mundus de Ciudades y Comunidades Inteligentes.
Esta metodología utiliza información pública para detectar áreas geográficas con riesgo de pobreza energética y proporciona información sobre el impacto del género en la vulnerabilidad energética de cada zona.
De hecho, diversos estudios han demostrado que las mujeres tienen mayor riesgo de tener dificultades para acceder a la energía que los hombres. Así, para que las políticas de reducción de la vulnerabilidad energética tengan en cuenta la perspectiva de género, se necesitan herramientas que permitan evaluar el impacto del género en los factores que intervienen en el acceso a la energía (edad, situación laboral, número de padres y madres de familia, etc.). ).
Por tanto, aprovechando los datos que se recogen de forma separada por género en las bases de datos de acceso público, han creado un método capaz de localizar los ámbitos energéticamente más vulnerables y de cómo afecta específicamente a mujeres y hombres. Además, representa en mapas los resultados obtenidos. Esto permite identificar si existen patrones espaciales específicos o correlaciones.