Los ríos pirenaicos tendrán caudales cada vez menores, pudiendo llegar a reducir el caudal anual en un 15% en 2040 y más del 20% a finales de siglo. Paralelamente, anuncian que la estacionalidad va a ser cada vez más acusada, con estiajes más largos e intensos. Esta es una de las principales conclusiones de la investigación realizada en el proyecto internacional PIRAGUA.
En el estudio también ha participado el equipo liderado por Iñaki Antiguedad Auzmendi, centrándose en la cuenca del Bidasoa. Otros grupos de investigación de Francia, España y Andorra han colaborado y han obtenido sus resultados en dos publicaciones: Uno analiza la situación actual y futura de los recursos hídricos pirenaicos y propone medidas para adaptarse al cambio climático y a la gestión de los cambios en las demandas hídricas sobre los recursos hídricos.
El análisis de los datos de caudal en régimen natural de los ríos muestra un descenso generalizado de todos los indicadores en las últimas décadas. Estos cambios se deben a causas climáticas y cambios en el uso del suelo. Por otra parte, los modelos de simulación, muy alimentados por la proyección climática futura, muestran que en las próximas décadas los caudales de los ríos de la vertiente francesa experimentarán un descenso más acusado, si bien en la vertiente sur también habrá descensos, sobre todo en la zona central y oriental.
En relación con las estaciones, las simulaciones muestran una importante disminución de la precipitación de nieve y una disminución del peso relativo de la nieve en la formación de caudales de agua. Por otro lado, una de las principales razones para reducir los caudales de agua es el aumento medio anual de la temperatura en el territorio pirenaico (0,8 °C por década entre 1981 y 2010). El aumento de la temperatura ha sido aún más acusado en la zona central y oriental de los Pirineos, así como en la vertiente norte, y, según las estaciones, ha sido más acusado en primavera y verano. En el análisis de la precipitación, sin embargo, no se observan señales de variación tan fuertes como en el caso de la temperatura, pero sí se prevé un descenso en la cuenca del Bidasoa de hasta 30 mm/año.
A la vista de los resultados, se pone de manifiesto la importancia y necesidad de adecuar la gestión de los recursos hídricos pirenaicos al cambio climático, tanto a nivel local como en las cuencas fluviales y en toda la cadena montañosa.Entre las medidas destacan las soluciones basadas en la naturaleza orientadas a mantener e incluso reforzar los servicios ecosistémicos (servicios que un ecosistema proporciona a la sociedad). Como medida de adaptación fundamental se plantea el fomento de la participación ciudadana y la consideración de todos los agentes implicados. En el caso del estudio de la cuenca del río Bidasoa, se ha centrado en la importancia de los procesos hidrológicos en la ordenación y gestión del territorio.