Efectivamente, gracias al trabajo de los investigadores japoneses podremos leer nuestros pensamientos.
Los investigadores pegan al jefe del voluntario unos electrodos y el encefalograma recoge la actividad eléctrica del cerebro. Al ordenador se le programan varias palabras que aparecen en la pantalla. El voluntario piensa en una de estas palabras y el cerebro, como consecuencia de la estimulación, emite ondas llamadas P300. De las palabras que han aparecido en su pantalla, el voluntario acertará en veinticinco segundos.
El objetivo de esta técnica es facilitar la capacidad comunicativa de las personas con enfermedad de los nervios que salen del cerebro. El método de elección de las palabras de la pantalla del ordenador a través del movimiento de pupilas y párpados ya está en marcha, pero quien no pueda realizar ningún movimiento podrá comunicarse con el ordenador, aunque sea de forma sencilla.
En Japón, la Universidad de Tottori ha realizado pruebas con este sistema durante un año y quieren tenerlo listo durante un par de años.