Hace 32 años se firmó el Protocolo de Montreal. De este modo, 196 países y la Unión Europea se comprometieron a no emitir gases que dañaban la capa de ozono. Las últimas mediciones indican que la medida está siendo efectiva, más aún, el servicio de monitorización de la atmósfera Copernicus (CAMS) ha anunciado que el agujero de la capa de ozono de la Antártida ha comenzado a formarse dos semanas antes de lo esperado de este año y que está previsto que sea menor y dure menos.
Cada año, al comienzo de la primavera austral, aparece el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida. De hecho, las sustancias químicas que contienen bromo y cloro se inactivan en invierno, mientras que en primavera se activan y destruyen las moléculas de ozono. Este año el agujero está creciendo más lentamente de lo normal. De ahí se deduce que será menor que en otras ocasiones.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Meteorología publicó el año pasado la evaluación final de la evolución de la capa de ozono, según la cual hasta el año 2060 no se logrará volver a la situación que tenía en 1970. Además, la emergencia climática también afecta negativamente a la capa de ozono. Por todo ello, los científicos han advertido que la situación de este año debe tomarse con prudencia.